“Estoy rota. Desde lo más profundo de mi corazón, lo siento mucho. No tengo palabras”. Estas han sido las únicas declaraciones realizadas por Ariana Grande tras el trágico atentado de Mánchester. El dolor de la cantante es tan grande que su gira mundial -Dangerous Woman Tour- ha quedado en el aire después de que 22 personas perdieran la vida y más de 50 resultaran heridas al explotar una bomba a las puertas del Manchester Arena, el recinto en el que tenía lugar su concierto.
Ariana, que no actuará este jueves en Londres como tenía previsto, ha vuelto a casa para intentar reponerse de lo ocurrido. En estas imágenes, publicadas en exclusiva por HOLA.com, vemos a la estrella del pop llegando este martes por la tarde en un avión privado a su ciudad natal, Boca Ratón, en Florida.
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Ariana, que descendió del avión vestida totalmente de negro y aferrada a un peluche en forma de unicornio, fue recibida por su novio, el rapero estadounidense Mac Miller, a quien se abrazó desconsoladamente, y su mascota Toulouse, un precioso mestizo de Beagle y Chihuahua.
En estas imágenes se aprecia la tristeza de la cantante y las huellas que las lágrimas dejaron en su maquillaje. Es probable que tras actuar en el Manchester Arena, viajara sin ni siquiera desmaquillarse, tal y como puede observarse.
Junto a la cantante también viajaba su madre Joan Grande, que al igual que su hija vestía de riguroso negro. Oculta tras unas gafas de sol, Joan se fundió en un abrazo con Mac antes de poner rumbo a su hogar, donde se ha extremado la seguridad y los coches de policía custodian la entrada.
La progenitora de Ariana se encontraba en el Manchester Arena cuando explotó la bomba. Sin embargo, en lugar de dejarse llevar por el pánico, Joan refugió a un grupo de fans en el camerino de la cantante con el fin de velar por su seguridad hasta que todo se calmase. Gracias a su rápida actuación, los jóvenes pudieron abandonar el estadio con total seguridad evitando el caos que se vivió en el recinto.
Testigos del atentado han descrito cómo, poco después de que Ariana se despidiera del público y se encendieran las luces del estadio, una gran explosión provocó el pánico entre los asistentes, cerca de 2.000, que corrieron buscando una salida. "Lamentamos las vidas de los niños y sus seres queridos arrebatadas en este acto cobarde", dijo el manager de la artista, Scooter Braun. "Estamos agradecidos por la rápida reacción de quienes corrieron hacia el peligro para ayudar a salvar vidas. Os pedimos que tengáis a las víctimas, sus familias y a los afectados en vuestro corazón y oraciones", añadió.
22 muertos y 59 heridos
El atentado fue perpetrado poco después de las 21.35 GMT al término del concierto de la cantante estadounidense, fuera del recinto del estadio, cuando la gente estaba abandonando el lugar. Los españoles que estaban en el Manchester Arena contaron el horror que vivieron. "Cuando me dirigí hacia la puerta había un montón de policías y gente diciéndome ‘no mires a la izquierda y sigue para adelante’, y es que a la izquierda había rastros de sangre”, relató Silvia García Camacho, natural de Almería, a la Cadena Ser.
El ataque contra el estadio Manchester Arena fue presuntamente perpetrado por un único terrorista suicida, Salman Abedi, de 22 años, nacido en esa ciudad y de origen libio.