Aunque Kate Winslet saltó al estrellato de la fama gracias a Titanic, la trayectoria artística de la actriz tiene un recorrido mucho más largo. Nacida en el seno de una familia de actores, la pasión de la intérprete británica por el séptimo arte despertó en ella siendo tan solo una niña.
Pronto, Winslet comenzó a estudiar arte dramático, sin embargo, detestaba las clases ya que sus compañeros solían meterse a menudo con ella por su peso. Su sueño era actuar y, a pesar de que sus padres insistían en que se formara, la actriz terminó abandonando sus estudios por necesidades económicas. A pesar de todo, Kate consiguió abrirse pronto un hueco en el mundo del cine. Con tan solo 19 años, hizo su debut en la gran pantalla de la mano del Peter Jackson en la película ‘Criaturas celestiales’, aunque antes, hizo sus pinitos en televisión en anuncios publicitarios y algún que otro cameo en series.
En 1997, James Cameron le propuso ser protagonista en la película que cambiaría su vida y le otorgaría su segunda nominación al Oscar, la primera vino en 1995 con ‘Sentido y sensibilidad’. No obstante, Kate Winslet estuvo a punto de rechazar el papel de su vida. Fue Emma Thompson, compañera de reparto en la adaptación cinematográfica de la novela de Jane Austen quien la animó a interpretar a la mítica Rose DeWitt Bukater.
Ahora, 20 años después del ‘hundimiento’, Kate Winslet se encuentra en lo más alto de la cresta de la ola hollywoodense. Aunque con Titanic no consiguió llevarse la cotizada estatuilla dorada, la película de Cameron así como su compañero Leonardo DiCaprio, marcaron un antes y un después en su vida. Especialmente el actor californiano, a quien asegura “amar” y a quienes sus hijos llaman incluso 'tío Leo' y le consideran un miembro más de la familia. Sin embargo, a pesar de que la química parecía traspasar la pantalla, Kate y Leo nunca llegaron a tener ningún tipo de relación romántica fuera de cámaras.
Aunque DiCaprio forma sin duda alguna parte de la vida de Kate Winslet, en el plano sentimental, además del actor, hay que destacar a cuatro hombres. Por un lado sus maridos: Jim Threapleton, Sam Mendes y Ned Rocknroll, con quienes ha tenido un hijo con cada uno de ellos y, por otro, su primer gran amor, el escritor Stephen Tredre. Kate y Tredre, que se llevaban once años de diferencia, estuvieron saliendo durante casi cinco años. Sin embargo, el actor enfermó de cáncer y decidió poner fin a su relación con Kate para protegerla del dolor de su enfermedad. Durante el estreno de Titanic, Winslet fue la gran ausente de la noche por encontrarse en el funeral del escritor británico.
Después del éxito que suscitó la película del transatlántico más famoso del mundo, a Kate Winslet le llovieron las ofertas de trabajo. Una de ellas fue para protagonizar ‘El diario de Bridget Jones’, no obstante, dados los problemas de peso y las críticas que a lo largo de su vida recibió por su físico -incluso en Titanic-, Kate rechazó el papel que más tarde aceptaría Renee Zellweger.
Más tarde Kate conseguiría adelgazar, un resultado por el que también recibió un aluvión de críticas ya que muchas personas pensaron que se había sometido a diferentes intervenciones estéticas para conseguir una silueta más esbelta. Algo realmente irónico, teniendo en cuenta que la actriz es ‘presidenta’ de la autodenominada Liga Británica contra la Cirugía Estética en la que también se encuentran Emma Thompson y Rachel Weisz.