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Desde que Carlota Corredera pasase de dirigir programas de televisión a presentarlos, la periodista ha demostrado tener una gran determinación. Hace dos años, Corredera se convirtió en madre primeriza, ganando una importante cantidad de peso durante el periodo de gestación. Su cambio físico hizo que la gallega tuviera que enfrentarse a muchas críticas, sin embargo, gracias a un gran esfuerzo, consiguió perder más de 50 kilos en apenas un año.
Hace unos meses, orgullosa de su cuerpo, Carlota se atrevió a desfilar sobre la pasarela con algunos de los modelos de la colección cápsula que Marisa Jara diseñó dentro de la línea curvy de Elena Miró. Entonces, la entonces presentadora de ‘Sálvame Diario’ reconocía que a pesar de que para ella lo realmente importante no era “el peso ni el volumen, sino la salud".
Carlota ha cambiado por fuera, pero también por dentro. Aprender a quererse a sí misma tal y como es, es probablemente la asignatura más difícil e importante a la que ha debido enfrentarse en todo este tiempo. Una lección que ahora transmite a sus seguidores posando en traje de baño en sus redes sociales.
Esa naturalidad de la que presume Carlota en la televisión y en las redes sociales es probablemente uno de sus ganchos más fuertes. La comunicadora quiere “inspirar” a todas aquellas personas que lo necesiten con su libro Tú también puedes que verá la luz el próximo 18 de mayo y que “no es un hijo, pero como si lo fuera”.
Sin embargo, el cambio de Carlota Corredera no ha sido solo de peso y de actitud. Puede que al trabajar codo con codo con los estilistas de ‘Cámbiame’, la periodista haya interiorizado ciertas lecciones de estilo que poco a poco ha ido aplicando en su día a día. Las tendencias ahora están muy presentes en su armario, en el que podemos encontrar prendas de todos los colores y formas.
La silueta de Carlota Corredera ya no se esconde en su ropa. Ahora, las prendas se amoldan y ajustan perfectamente a su figura dejando intuir las curvas de las que ahora puede presumir. Faldas ajustadas, escotes pronunciados, volúmenes… las prendas prohibidas no tienen cabida en su vestidor.
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