Teresa Rabal, destrozada en el último adiós a su marido
Arropada por sus dos hijos, Luis y María, la artista se mostró rota de dolor en el entierro de las cenizas en el cementerio madrileño de Alpedrete
Arropada por sus hijos, María y Luis, y sus familiares más cercanos, Teresa Rabal se despedía sin poder contener las lágrimas del gran amor de su vida: Eduardo Rodrigo. El lunes 17 de abril. el compositor argentino -artífice de éxitos infantiles como Veo, veo o Me pongo de pie- fallecía a los setenta y tres años a causa de un fallo respiratorio derivado de la enfermedad pulmonar que padecía. La capilla ardiente se instaló en el tanatorio de Collado Villalba y un día después, sus familiares llevaban sus cenizas hasta el cementerio de la localidad madrileña de Alpedrete.
"Juntos construimos una carrera y una familia que nos ha hecho muy felices durante estos cuarenta y cuatro años. Fue un excelente padre, el mejor, un abuelo maravilloso y un marido excepcional,a quien siempre recordaremos con una sonrisa, por su generosidad y su sentido del humor, que le acompañó hasta el último momento. La vida con él fue siempre un regalo", decía Teresa Rabal en un comunicado. El fallecimiento de Eduardo Rodrigo fue confirmado por la SGAE. “Muy apenados por el fallecimiento del polifacético Luis Eduardo Rodrigo. Nuestras condolencias a familia y amigos”, escribían en su cuenta oficial de Twitter.
Terresa y Eduardo se enamoraron cuando ella tenía sólo 19 años, convivieron durante unos años y contrajeron matrimonio el 1 de mayo de 1977 en Murcia, en una ceremonia que convirtieron en fiesta popular. Para Francisco Rabal y Asunción Balaguer, su hija iba al altar con todas sus bendiciones. De su unión nacieron sus dos hijos, Luis y María, que se han convertido en su gran apoyo en estos momentos tan difíciles.