Mercedes Milá siempre se ha caracterizado por ser una mujer que vive la vida de frente, evitando dar curvas innecesarias. Anoche, una vez más, la presentadora catalana aprovechaba la festividad de 'Sant Jordi' para sentarse en ‘Sábado Deluxe’ y promocionar la segunda temporada de su programa literario, ‘Convénzeme’, el reto profesional en el que está inmersa desde que abandonase ‘Gran Hermano’.
Siempre sin pelos en la lengua, Mercedes habló de sus últimos conflictos, de su nueva vida profesional y de algunos episodios de su vida personal, entre los que se encontraba la depresión que vivió recientemente.
La presentadora, que siempre se ha mostrado fuerte, admitió que llegó un momento en el que lloraba, no dormía y sufría ansiedad por todo. Estaba metida en un “agujero negro” del que ella misma decidió salir: “Lo primero fue decir ‘hasta aquí’. Reconocer los límites, que estás mal, que estás enferma, que por la razón que sea no eres la misma persona que tú creías que eras, que tu cabeza no te responde”, confesaba.
Tras ello, pidió ayuda. “He pedido ayuda a profesionales de la psiquiatría, a escritores que me han ayudado mucho con sus libros, a la química…”, admitió antes de añadir que lo que realmente le había ayudado había sido la filosofía espiritual: “La meditación y aprender a visualizar ha sido muy importante para mí”.
Este último episodio de ‘depresión exógena’- o llamada por los psiquiatras como situacional ya que es detonada por acontecimientos exteriores- no ha sido el único que Milá ha vivido en su vida. “Mi primer agujero negro fue por amor, el resto han sido por ansiedad laboral”, ha declarado.
- Los verdaderos motivos por los que Mercedes Milá dejó 'Gran Hermano'
Sea como sea, la presentadora se muestra a sus 66 años con las energías renovadas y con ganas de volver al ‘prime time’, aunque reconoce que no se arrepiente de haber dicho 'no' al programa que durante más de 16 años ha conducido, 'Gran Hermano'.