Como fiel devoto de la Semana Santa sevillana, Francisco Rivera celebró de una manera muy especial este Domingo de Ramos. Lo hizo como más le gusta, en familia y viviendo estos días de vísperas mostrando su admiración por las procesiones. Acompañado en todo momento de su mujer, Lourdes Montes, y su pequeña Carmen, el diestro no quiso perderse la procesión de la Borriquita, una de las más queridas en la capital hispalense, y que sacó a sus nazarenos a la calle desde la parroquia de Santa María Magdalena, en pleno casco histórico.
Los tres se convirtieron en el centro de todas las miradas no sólo por la expectación habitual que siempre suscitan, sino porque pasearon por las calles de Sevilla como una verdadera familia 'modelo'. Para este soleado domingo, Francisco lució un elegante traje gris, corbata aguamarina y unas modernas gafas de sol con cristal efecto espejo de color verde, mientras que su la diseñadora y bloguera de HOLA.com presumió de estilo con un primaveral vestido en tonos azules y rojos que combinó con unos originales zapatos de tacón y gafas de sol a juego. Además, recogió su melena en un moño desenfadado muy favorecedor.
Francisco, que ha querido inculcar a su hija su pasión por la Semana Santa desde bien pequeña, nos regaló las imágenes más entrañables con su pequeña, que el próximo mes de agosto cumplirá dos añitos. La niña, que está para comérsela, iba en esta ocasión de lo más conjuntada y llevaba un vestidito blanco con bordados en rojo, a juego con su chaqueta, sus medias y sus zapatos. La vimos de lo más simpática, tan sonriente y alegre como siempre, demostrando por qué se ha convertido en la 'princesa' de la casa y la niña de sus ojos, ya que el torero se deshizo en mimos y gestos de cariño hacia ella.
- Lourdes Montes, de boda sin Francisco, ¿dónde estaba el torero?
Hace unos días vimos también a una impactante Lourdes Montes como invitada en la boda de sus amigos Francisco de Asís Guzmán Giménez y Macarena Herrero Calvo, que se celebró en la iglesia de Santa María de Carmona, en Sevilla. La diseñadora causó sensación con un traje de su firma, Analilen, de color blanco con pequeños lunares, ribetes y boto nes en negro, que combinó con una pamela, sandalias de tacón y guantes. Aunque en esta ocasión no le pudo acompañar su marido, que se encontraba toreando en Guadalajara, la diseñadora acudió con su hija Carmen, que fue damita de honor en la boda e vestida de blanco y rosa.