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La modelo Marisa Jara acaba de presentar en Madrid el libro La talla o la vida, editado por Temas de Hoy, donde cuenta su dura experiencia para superar la grave enfermedad de la bulimia. Aunque según ella misma reconoce, ha sido muy duro volver a recordar todo lo que pasó, con este libro quiere aportar un granito de esperanza a todas aquellas personas que estén atrapadas por la obsesión de estar delgadas. “Yo me quedaría satisfecha si, contando mi experiencia, puedo ayudar a algunas de las personas que han pasado o estén pasando por un problema como el mío, el no quererse a sí mismo, el no aceptarse y el tener tantos complejos de culpa. Estaría súpercontenta si pudiese ayudar a quienes pasan por el infierno de los transtornos de la alimentación”, afirmó la popular modelo en la presentación del libro.
“Mi vida era un constante dilema entre mis problemas de peso y mi relación con la comida. Siempre tenía hambre, pero también quería salir en las páginas de Vogue. La enfermedad estaba ahí y, al principio, me costó mucho trabajo reconocerla. Me negaba a creer que lo que me pasaba era que estaba sufriendo un transtorno de bulimia nerviosa que no me dejaba vivir. Empecé a sentirme muy débil y a sufrir desmayos en los casting, debido a bajadas de tensión y azúcar. También empezó a caérseme mucho el pelo”, cuenta la modelo.
La inseguridad y la falta de autoestima, tan propia de la edad adolescente, fueron las culpables de que se precipitara en un pozo sin fondo del que, afortunadamente, pudo salir porque no merecía la pena ser modelo a cualquier precio: “Son muchos los niños y jóvenes que sufren transtornos de la conducta alimentaria causados por la obsesión de conseguir un estereotipo físico que coincida con lo que la sociedad considera bello y aceptable. Su vida, una vez que deciden luchar contra su propio cuerpo, experimenta un cambio radical. Lo primero que le diría a esas personas es que reconozcan esa enfermedad. Yo no lo solucioné hasta que lo hice. Sé que es un tema tabú, algo que intentas ocultar por todos los medios porque te da vergüenza que se enteren tus familiares y amigos, pero hay que hacerlo. Si no hablas con los demás, no puedes salir. Y, sobre todo, si no hablas con los médicos, que son quienes están preparados para curar problemas mentales como éste. Yo, aunque he solucionado mi problema, sigo yendo al psiquiatra. No me fío de mí misma y soy consciente de que una no se recupera al cien por cien. Sigo poniéndome nerviosa en los catering de comida y se me pone el vello de punta cuando veo un paquete de donuts. Soy adicta a la comida y es un problema. Siempre lo comparo con la adición a las drogas”.
Contrariamente a lo que se pudiera pensar, Marisa afirma que no es una enfermedad vinculada exclusivamente al mundo de la moda: “También en la danza y en algunos deportes hay mucha presión y se pasa mal. En mi caso,yo tenía una lucha diaria conmigo misma, con mi cuerpo y mi constitución. Me torturaba de la noche a la mañana con la palabra gorda. Ahora estoy bien” Marisa, que llegó al mundo de la moda con dieciséis años y, en la actualidad, triunfa como modelo curvy y con su firma de joyería “Jade Jara”, encontró en su familia el apoyo y cariño necesarios para superar la bulimia: “Se lo quiero agradecer a ellos y a la gente que me han ayudado a salir del hoyo en el que estaba, sobre todo a Meye, mi representante. Y también a la editorial. Me han dado todo su apoyo y se han convertido en una parte importante de mi vida porque, en cierto modo, me han dado el “bebé” que no tengo”.
En La talla o la vida, además de adentrarse en unas memorias sinceras y valientes - “he intentado que no sean dramáticas porque a mí lo que me gusta es reírme”-, el lector encontrará multitud de consejos para quererse y sacarse el mejor partido siguiendo los trucos de moda y belleza de la modelo para que “todo el mundo se acepte y se quiera tal como es”.
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