En una semana complicada para María Teresa Campos y sus hijas, tras conocerse que Telecinco ha decidido retirar de su parrilla el programa ¡Qué tiempo tan feliz!, un nuevo capítulo de su reality ha llegado a nuestras pantallas. Naturales, espontáneas y divertidas como siempre, Las Campos han mostrado una faceta que no habíamos visto hasta ahora, dejándonos, como suelen hacer, algunos momentos memorables.
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Sin pudor ni 'pelos en la lengua', las Campos han hablado de uno de los aspectos de su vida que más curiosidad suscitan: el ámbito económico. Y es que, si bien en la introducción del episodio -titulado ¡Mamá, somos unas manirrotas!- han reconocido que han "gastado y disfrutado mucho", también aseguran que la crisis les ha afectado. "Los tiempos cambian y hay momentos en los que hay que apretarse el cinturón", aseguran. Prueba de ello es que María Teresa ha decidido poner a la venta su propiedad en Aravaca, Madrid, un impresionante ático que posee frente al de su hija Terelu y que ha mostrado a las cámaras.
Una cocina a la altura de los sueños de cualquier foodie, amplia extensión, unas vistas sobrecogedoras... María Teresa invirtió 300.000 euros en dejar este piso a su gusto, pero ahora ha preferido venderlo, algo que le dará tranquilidad a nivel económico. En sus propias palabras: "Yo he tenido unos años en los que he ganado mucho, pero últimamente trabajo de enero a septiembre para Hacienda y de septiembre a diciembre, para mí".
La presentadora ha abierto su impresionante armario para mostrar algunos de los trajes más emblemáticos que ha lucido a lo largo de su trayectoria. Recuerda perfectamente el capricho más caro que ha adquirido: un bolso firmado por Judith Leiber, de pedrería "con dibujos maravillosos", aunque prefiere no recordar cuánto gastó exactamente en él. Son prendas que han formado parte de los momentos más importantes de María Teresa, y ella no duda en dejar que formen parte también de los de otra persona, concretamente su asistenta, María, quien le ha pedido uno de sus vestidos para acudir a la boda de su hija en Perú, algo a lo que la presentadora ha accedido encantada.
El cáncer ha vuelto a ser uno de los temas de este nuevo episodio de Las Campos. La última revisión de Terelu ha dejado al descubierto el mal trago que para ella supone visitar a su oncólogo cada seis meses. Sin apenas dormir y con una angustia terrible, pero evitando ir acompañada: “Tiene la mala costumbre de avisarme después de ir a las revisiones. No ha querido que le acompañe a ninguna”, ha confesado María Teresa Campos, que poco después alababa una vez más la fortaleza de su hija para enfrentarse a la misma enfermedad: “Ella se ha enfrentado a la enfermedad de una forma mucho más valiente. Sufrió algo mucho más duro y a una edad mucho más temprana que la mía”, admitía la presentadora del cancelado ‘¡Qué tiempo tan feliz!’.
Una fortaleza que en el caso de Terelu se ha venido abajo cuando ha preguntado a su médico por su hija. “Mi familia ha sufrido todo tipo de cáncer y tengo pánico de que mi hija esté condenada a sufrirlo”, ha admitido la colaboradora.
Nuevos negocios para Terelu
“Soy poco caprichosa. Ahora soy mucho más ahorradora”, admitía Terelu. Y es que la presentadora ha aprendido a amoldarse a los nuevos tiempos. Sin embargo, de la mano de Pelayo Díaz, la hija de María Teresa Campos ha visto como las redes sociales y los blogs pueden convertirse en un nuevo ingreso para ella. “Me han ofrecido muchas veces hacer un blog pero lo he rechazado por puro desconocimiento”, reconocía.
El influencer ha recomendado a la colaboradora contratar un estilista y comenzar una vida activa en sus RRSS, en las que ya se ha iniciado abriéndose Instagram.
...Y nuevos retos
¡Y es que la familia Campos crece! Carmen ha regalado a su hermana una cachorrita que se convertirá en el nuevo quebradero de cabeza de la colaboradora. “Va a ser la pareja que más le dure”, ha bromeado Borrego al entregarle el perrito. Un afirmación a la que Terelu casi se ha sumado: “estoy en un momento de mi vida en que prefiero al perro” admitía.
El colofón del programa ha llegado con la celebración del cumpleaños de Carmen, una fiesta sorpresa en la que la hermana de Terelu recibió unos cuantos regalos y sopló las velas rodeada de seres queridos.