"Soy afortunado por tener el amor de mi familia y amigos, incluyendo a la madre de mis hijos, Jen, que me ha apoyado y cuidado de nuestros chicos, mientras yo hacía todo el trabajo que tenía que hacer para salir de esto. Ese fue el primer paso para mi total recuperación”. Estas fueron las palabras de Ben Affleck tras confesar que había completado un tratamiento por su adicción al alcohol y en el que aseguró que ahora lo que desea es "vivir la vida al máximo" y "ser el mejor padre posible". Su familia ha sido y es su mejor medicina.
El oscarizado director de Argo avanza con paso firme en su recuperación gracias a la confianza y el apoyo de su mujer Jennifer Garner, con quien se ha reconciliado y comienza una nueva etapa. Un proceso de recuperación que será largo y difícil, pero en el que siempre contará con sus seres queridos. El actor ya pasó por rehabilitación en 2001 y lo ha vuelto a hacer para curarse de una vez por todas. Con estas declaraciones quiso también mostrar a sus hijos que no tienen que sentir vergüenza si necesitan ayuda y que no tengan miedo en pedirla.
Tras realizar una de las confesiones más duras de su vida, el protagonista de Batman retoma su vida al lado de su familia días después de saberse que su esposa ha retirado la petición de divorcio porque "se aman y aman a sus hijos”, asegura una fuente cercana a la pareja. Como una familia unida se le fotografió a la salida de su casa con su mujer y dos de sus hijos Samuel, de cinco años, y Seraphina, de ocho. Y es que ellos son su gran motivación. A menudo acude a clases de artes marciales y qué mejor compañía que la de su hija para practicar deporte, esencial en cualquier proceso de rehabilitación. Porque de qué sirve tener una bella familia, ser un renombrado actor y director si no tienes salud y puedes disfrutar de la vida.
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