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Fue uno de los rostros más bellos del cine hasta que su luz se apagó en 1993. Audrey Hepburn, icono de la época dorada de Hollywood, dejó tras de sí un legado de películas que forman parte de la leyenda del cine, pero también objetos y una fundación que acercaron aún más al público la parte humana y solidaria de la estrella. Es ahora precisamente este legado personal el que está en medio de una batalla legal que enfrenta a dos de las personas más importantes de su vida: sus hijos Sean Ferrer (fruto de su primer matrimonio con Mel Ferrer) y Luca Dotti (de su segundo matrimonio con el psiquiatra italiano Andrea Dotti).
El abogado de la fundación Audrey Hepburn Children’s Fund, Steve E. Young, se ha referido a la demanda que dicha organización presentó hace unas semanas contra Ferrer. En esta se señala que este está interfiriendo en los esfuerzos para mostrar y exhibir los recuerdos de la actriz, lo que permite recaudar fondos para los niños enfermos –es la principal fuente de ingresos para la fundación-. Los dos hijos de Hepburn tienen autoridad para cerrar acuerdos por su lado, sin esperar la autorización del otro (ambos iniciaron juntos esta organización benéfica en 1993), señala el abogado, aunque Ferrer quiere tener el control total.
Parece que el motivo del conflicto podría ser financiero, según Young. Ferrer empezó a tener problemas económicos en 2008 y comenzó a interferir en los esfuerzos que hacía la fundación para recaudar fondos. Indica que la intención no es apartar a Ferrer, dado que tiene los mismos derechos que su hermano, pero detalla algunas de las cosas que ha hecho y no han gustado a Dotti, el presidente de la organización. Entre ellas que en 2013 tomó el control de la página web cambiando las contraseñas, que registró otras páginas con el nombre de su madre por su cuenta y que retrasó algunas muestras previstas, con la consiguiente pérdida de dinero para los hospitales con los que colaboran.
“No sabemos cuáles son sus razones” señaló el abogado Steve E. Young que indica que Ferrer siempre ha actuado como si fuera el único que puede decidir lo que se hace o no con la imagen de su madre, lo que es, precisamente, un derecho que tiene la fundación y, por tanto, ambos hermanos. Una guerra en toda regla que ha sacado a la luz la difícil relación entre los hermanos. Ya en mayo de año 2015 se enfrentaron por una colección de joyas, sombreros, vestuario y fotografías del mito.
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