Seis meses después de su boda

La declaración de amor de Kiko Rivera a Irene Rosales: 'Soy un afortunado de tenerla conmigo'

El DJ acaba de regresar de promocionar su nuevo single por México y dedicó unas palabras muy bonitas a su mujer

Por hola.com

Con sentido del humor, pero también con mucha sinceridad acerca de sus sentimientos. Kiko Rivera se sentó con Pablo Motos en su programa El Hormiguero, precisamente el mismo que escogió su madre, Isabel Pantoja, para dar su primera entrevista antes de volver a los escenarios, para contar cómo había sido la gira de la artista en Latinoamérica. Allí también promocionó Kiko su nuevo tema Sano juicio, una agenda que tuvo que interrumpir antes de tiempo debido a un problema de salud, como comunicó a sus seguidores en las redes.

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“He llegado de acompañar a mi madre por México, pero todo pica, todo está muy fuerte, creo que el agua y el hielo me sentaron mal” comentó entre risas, sin querer ahondar en lo ocurrido. Kiko demostró de nuevo su gran sentido del humor y simpatía, pero también su lado más romántico cuando contó cómo había conocido a su mujer, Irene. “Fui amigo de ella más de dos años y lo intenté, pero con nada de éxito” comenzó. Mientras ella, que le ha acompañado en esta visita a Madrid, le miraba y escuchaba entre el público.

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“La ilusión no la perdí, porque por primera vez en mi vida era una mujer de verdad. Una mujer de las que ya no existen” explicó. Continuó el hijo de Isabel Pantoja asegurando que ese amor que vio en sus padres cuando él era niño, lo vio en ella. “Vi en Irene eso que siempre me han inculcado de pequeño, no sólo porque es guapísima, maravillosa, por todas las cosas bonitas que tiene. Me ha dado una de las cosas más maravillosas que tengo en mi vida, que es mi hija” aseguró. Toda una declaración de amor que llega cuando se cumplen precisamente seis meses de su boda (fue el 7 de octubre), que Irene ha recordado compartiendo algunas fotos de su luna de miel.

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“Es especial para mí y eso que discutimos mucho, porque ¡yo soy muy difícil!” añadió entre risas. “Soy un afortunado de tenerla conmigo. Y además es buena madre, porque me quita muchos quehaceres a mí, que me intento escaquear” contó entre risas. Durante el espacio hubo momentos divertidos como un experimento en el que le prendieron fuego, o el mensaje que envió a su madre Isabel, que todavía continúa su gira por Latinoamérica con el símbolo de la “flamenca”. Kiko recordó además la anécdota de uno de sus tatuajes que estaba hecho con símbolos orientales y que tuvo que tapar porque no significaba lo que él pensaba.

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Después de participar en el espacio y de sincerarse con respecto a sus sentimientos, Kiko e Irene se fueron a cenar entre amigos, un broche de oro perfecto.