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La revista ¡HOLA! ha entrado en el formidable refugio suizo de Gstaad de Tamara Ecclestone. La hija del multimillonario Bernie Ecclestone nos ha mostrado todos los rincones de su lujoso retiro alpino, regalo de su padre. “Era la casa de la familia cuando éramos niños, así que llevo viniendo aquí desde que tenía dos o tres años”, declara.
Tamara ha combinado en su chalé objetos de gran valor sentimental con obras de arte contemporáneas, como estas curiosas esculturas en forma de extintor con logos de Chanel y Rolls-Royce.
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Tamara Ecclestone, de 32 años, ha formado una bonita familia al lado de Jay Rutland, de 35. La pareja, que se casó en 2013, tan solo seis meses después de conocerse, está viviendo un gran momento junto a su hija Sophia, que el próximo mes cumplirá tres años. Si por Jay fuera, “tendríamos otro hijo mañana mismo”, dice en las páginas de la revista ¡HOLA!. Sin embargo, Tamara desea esperar un poco más para darle un hermanito o hermanita a la pequeña Sophia. “Queremos volver a ser padres, pero no es el momento. Aunque nunca se sabe lo que pasará en el futuro, ahora mismo estoy agotada con Sophia, a la que aún doy el pecho”, explica.
Atrás quedan ya los difíciles momentos vividos cuando Jay, que se dedica a la promoción inmobiliaria, fue acusado -y, posteriormente, exonerado- de haber ayudado a un narcotraficante a eludir su detención hacía años. “Ahora es agua pasada, yo conozco la verdad, y el asunto solo me incomodaría si hubiese algo de verdadero en él”, cuenta Tamara.
Tamara recuerda en la entrevista una de sus peores pesadillas: el secuestro de Aparecida Schunk Flosi Palmeira, la suegra de su padre el pasado verano. "Fue traumático y angustioso, pero gracias a Dios, salió indemne", dice. Tras nueve días secuestrada, la policía la encontró ilesa, poniendo fin así a la angustia de toda la familia y, sobre todo, de su hija Fabiana Flosi, casada desde 2012 con Bernie Ecclestone. "No me puedo imaginar lo que debió de pasar la mujer de mi padre, temiendo por lo que le podría suceder a su madre", explica.
Este trágico suceso, marcó un antes y un después en la vida de Tamara. Desde entonces, ha incrementado las medidas de seguridad en todas sus propiedades. "Hago todo lo que puedo para asegurar que estamos permanentemente a salvo y protegidos, pero es aterrador. Es el miedo a lo desconocido", añade.
Además de este maravilloso refugio, Tamara y Jay poseen una mansión de 57 habitaciones en Londres, a tiro de piedra del palacio de Kensington, residencia oficial de los Duques de Cambridge y sus dos hijos, George y Charlotte.
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