El encuentro entre doña Letizia y Juliana Awada en la cena de gala del pasado miércoles en el Palacio Real de Madrid ha sido de lo más comentado a nivel internacional. Si la Reina lució moda española –con un vestido de terciopelo negro de Felipe Varela- y algunas de las mejores piezas del joyero real; la Primera Dama también apostó por una “joya” pero esta vez de origen argentino.
En una noche en la que ambas fueron el centro de todas las miradas, Juliana Awada aprovechó para promocionar la moda de su país. Así fue como el nombre de Gabriel Lage se ha situado en el foco mediático; fue en su taller en donde se confeccionó –durante tres meses y de manos de artesanos argentinos- el traje de noche rosa saturado con el que brilló la Primera Dama.
La reina Letizia y Juliana Awada, juntas en Madrid: estilos opuestos o coordinación absoluta
La Primera Dama disfrutó de una cena de gala en uno de los comedores más bellos de la realeza europea con un vestido que contenía un guiño a España, un gesto de cortesía por parte del diseñador y de Awada al país que les ha recibido con tanta calidez y solemnidad. La base con la que se confeccionó el vestido es de un género de la firma de tejidos española Gratacós.
Un vestido con escote en "V" con gran falda campana, realizado sobre dos capas de transparencia nube y una superposición de tul labrado en seda y filamentos de lúrex, con aplicación íntegramente a mano de hilo de seda elaborado especialmente para esta pieza.
Un diseño bordado artesanalmente en cristales Swarovski, mostacillas y cristal facetado. Sin olvidar el “clutch” que se realizó con el mismo proceso y siempre pensando en esa gran noche en la que Juliana Awada y Mauricio Macri fueron los invitados de honor de don Felipe y doña Letizia.