El viaje de Estado del Presidente argentino y su mujer a nuestro país, nos está dejando imágenes y encuentros para el recuerdo. Uno de ellos ha sido el que protagonizaron con Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, horas antes de que Mauricio Macri y Juliana Awada ofrecieran una recepción en el Palacio de El Pardo en honor a don Felipe y doña Letizia, a la que acudieron representantes del mundo de los negocios, los deportes y la cultura.
Tanto el Premio Nobel como el mandatario argentino fueron los protagonistas de un coloquio que tuvo lugar en la Casa de América, en la que hablaron sobre la democracia e Iberoamérica. Titulada "Diálogo por la democracia y el futuro", a la charla también acudió el Director general de la Casa de América, Santiago Millares, que le sagradeció su presencia; además de Gerardo Bongiovanni, presidente de la Fundación Libertad, que fue el encargado de dar paso a Vargas Llosa.
"Yo me había preparado para este diálogo eligiendo una bonita corbata y me disponía a utilizar el protocolo y tratar al Presidente de usted, pero él me ha hecho saber que prefiere que estemos descorbatados y que nos tuteemos como solemos hacerlo en privado", empezó. "Así que espero que esa informalidad me permita hacerte preguntas indiscretas e incluso hasta impertinentes", dijo provocando la risa de algunos de los presentes. "Yo te propongo que hagamos como que estamos solos, que no hay nadie, y que hablemos como hablamos siempre", le pidió Macri.
Y es que, de nuevo, quedó demostrada la buena relación que mantienen desde hace años, igual que Isabel y Juliana, que han congeniado a las mil maravillas. De hecho, las dos damas estuvieron almorzando juntas previamente y es por ello que llegaron al evento en el mismo coche, y no cada una con sus respectivas parejas como cabría esperar. Para la ocasión, la madre de Tamara Falcó se decantó por una chaqueta abotonada con bolsillos, pantalón negro y cartera de mano, mientras que la Primera Dama dio la nota de color con total-look blanco, combinando una chaqueta XXL con una original blusa con bordados y complementos en tono camel.
A su salida, Isabel, que recibió las felicitaciones por su reciente cumpleaños, no quiso desvelar lo que le había regalado Mario en esta fecha tan señalada y tampoco si ya tienen fecha para su esperada. Eso sí, el premio Nobel protagonizó una de las anécdotas de la jornada al equivocarse en varias ocasiones de coche, eso sí, tomándose la situación con un gran sentido del humor. "Mario, ese no es", le decía una sonriente Isabel indicándole el que pensaba que les correspondía. Tras dos intentos, finalmente la pareja encontró su coche y se marcharon.
El día no había terminado para Macri y Awada, ya que después continuaron con los actos previstos en su agenda con la recepción que ofrecieron a los Reyes en el Palacio de El Pardo. El listón estaba alto, más cuando para la cita de la noche anterior la Reina “estrenó” la pieza más importante del joyero real, y se sucedieron las anécdotas y la buena sintonía con la que ambos países han abierto una nueva etapa en sus relaciones. Entre los 350 invitados, a los que los Reyes y la pareja presidencial han dado la bienvenida en el Patio de los Borbones, se encontraban los argentinos Diego Pablo Simeone y Carla Pereyra, que el verano pasado fueron recibidos por Macri y Awada en la quinta de Olivos, cuando entonces la modelo estaba embarazada de su pequeña Francesca. Sin embargo, si hubo una gran protagonista que consiguió acaparar todas las miradas, esa fue Antonia, la hija del Presidente y la Primera Dama. Con tan solo cinco años, la niña protagonizó el momento más tierno en "su palacio", en el que tal y como dijo su padre, quería quedarse a vivir para siempre.