Del rechazo a las cartas de amor, la historia de Juliana Awada y Mauricio Macri

El Presidente de Argentina y la Primera Dama -que aterrizan en España en Viaje de Estado- han contado cómo fue su 'flechazo'

por hola.com

“No es de hacerme regalos, pero siempre me escribe lindísimas cartas de amor”. De este modo Juliana Awada desveló a ¡HOLA! Argentina una de las facetas menos conocida de su marido, Mauricio Macri. Cuando faltan horas para que la carismática pareja presidencial, que está escribiendo una nueva etapa en la historia de su país, comience en España su Visita de Estado, repasamos con sus propias palabras cómo comenzó su historia de amor.

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“Yo la vi hace un par de años en una comida, le presté atención y dije: ‘Mira, qué linda’”, contaba Macri haca ya algún tiempo en el programa de televisión presentado por Susana Giménez. Mauricio y Juliana se conocían, coincidían en el círculo social, pero como ella contaría ante los mismos micrófonos tras convertirse en la Primera Dama, “al principio no quería aceptar sus invitaciones porque se dedicaba a la política”.

En vídeo: Juliana Awada, desde su pasión por ¡HOLA! hasta su maleta para venir a España

Hay que recordar que antes de llegar a la Casa Rosada, tras las elecciones de noviembre de 2015, Macri había sido presidente del club de fútbol Boca Juniors, alcalde de Buenos Aires, Diputado nacional y víctima de un secuestro de 14 días con el fin de extorsionar a su padre, Francesco Macri, dueño de una de las mayores fortunas del país. En definitiva y en palabras de Juliana: “Él tenía demasiada exposición pública, no me imaginaba que fuera así: sensible, cariñoso, buen padre y buen amigo”.

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Tras coincidir en varias ocasiones sus tropiezos fueron más frecuentes y es que ambos acudían al mismo gimnasio frecuentado por las elites de la capital. Faltaba un “celestino” y en este caso fue Daniel Awada, hermano mayor de Juliana y conocido de Mauricio el que ejercería el papel. El flechazo llegaría en Tandil, la ciudad natal del Presidente y en donde Juliana aceptó tener una cita.

“Fue un flechazo cuando lo conocí como persona, fue algo increíble. Esos tres días que pasamos juntos en Tandil pasó algo mágico. El amor no tiene explicación, es simplemente increíble”, explicó Juliana Awada en el citado programa. Al año de noviazgo se casaron por Civil, el segundo matrimonio para ella y el tercero para él, y lo celebraron el 20 de noviembre de 2010 en el mismo lugar en el que se enamoraron, Tandil, en una propiedad del tío materno de Macri.

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Tras el “sí, quiero” las románticas palabras con el que entonces alcalde de Buenos Aires se dirigió a su nueva mujer saldrían de la intimidad de la celebración para recorrer el país: “Gracias por haberme elegido negrita, mágica, única y hechicera”. Una frase que siete años después se sigue recordando cuando para nadie, tampoco fuera de Argentina, es un secreto el apodo con el que el Presidente se refiere a su mujer, “hechicera”.

El broche de oro a su amor se llama Antonia –o la “hechicerita” como Macri ha dicho en alguna entrevista- y nació el 10 de octubre de 2011. La pequeña de la casa es la segunda hija para Juliana, que también es madre de Valentina, y la cuarta para el mandatario, padre de Agustina, Gimena y Francisco. “Mi proyecto con Mauricio es de amor y familia, pero voy a estar junto a él ocupando el rol que me toca con responsabilidad y humildad”, explicó a ¡HOLA! Argentina la Primera Dama, antes empresaria textil y diseñadora de la firma que su padre creó en los años sesenta.

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De las románticas cartas de amor que Mauricio Macri escribe a su esposa poco ha trascendido hasta la fecha, quizá habrá que esperar el trascurso de los años para comprobar si acaban formando parte de esas recopilaciones tan populares y cinematográficas de cartas de amor escritas por hombres ilustres. De momento Juliana -cercana en las entrevistas y activa en las redes sociales- ha confesado que llegan en fechas señaladas, que llora con ellas y que una muy emocionante tuvo a Valentina, hija mayor de Juliana, como destinataria.

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Viviendo todavía en una luna de miel, como ellos mismos han admitido, y después de que se cumpla su primer año en la Casa Rosada, el matrimonio desembarca en España con una apretada agenda que incluye una cena de gala en el Palacio Real con don Felipe y doña Letizia. Todas las miradas están puestas en el hombre que puso fin a doce años de “kirchnerismo” y a la mujer en la que para muchos es una Primera Dama perfecta.