Iñaki Urdangarin, marido de la infanta Cristina, ha sido condenado a seis años y tres meses de prisión; siete años y un mes de inhabilitación especial y multa de 512.553,68 euros. La Fiscalía pedía para él una condena de 19 años y seis meses de cárcel y el sindicato Manos Limpias solicitaba 26 años y seis meses.
La sección primera de la Audiencia de Palma ha condenado a Urdangarin por un delito continuado de prevaricación, en concurso medial con falsedad en documento público y con un delito de malversación a dos años y ocho meses; así como por un delito de fraude a la administración a siete meses de prisión. Por tráfico de influencias ha sido condenado a un año de prisión y por dos delitos contra la Hacienda Pública a dos años de cárcel (un año por cada uno).
Con esa pena, el fiscal Pedro Horrach podría pedir su ingreso inmediato en prisión, tal y como ha indicado él mismo a los periodistas, una decisión que tiene que tomar casi "de forma inmediata". "En breve lo decidiré", ha asegurado.
Mario Pascual Vives, abogado de Urdangarin, no ve razón para que su defendido ingrese en prisión inmediatamente: "No habría por qué, porque todos los delitos tienen penas inferiores a tres años", aunque sumen más de seis. Así lo ha declarado a la puerta de su despacho en Barcelona.
Para Diego Torres, socio de Urdangarin, el tribunal impone ocho años y seis meses de prisión, ocho de inhabilitación especial y multa de 1.723.843,10 euros por prevaricación, fraude a la Administración Pública, tráfico de influencias, delitos fiscales y blanqueo.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de les Illes Baleares ha notificado este viernes la sentencia del caso Nóos. La comunicación del fallo se ha hecho pública a partir de las 12 horas y en sede judicial, poniendo fin a una trama destapada en 2006 cuando el diputado socialista Antoni Diéguez pidió explicaciones por el elevado coste de un foro sobre turismo y deporte organizado por Iñaki Urdangarin para el Govern balear.
Con esta sentencia termina un juicio histórico que estalló dentro de la Familia Real en noviembre de 2011. Fue entonces cuando el rumor que señalaba que la investigación del caso Palma Arena iba a alcanzar al yerno de don Juan Carlos se convirtió en realidad. Una comisión policial encabezada por el fiscal anticorrupción de Baleares, Pedro Horrach, bajo la orden del juez José Castro, instructor del caso Palma Arena, registró la sede del Instituto Nóos, creado por Iñaki Urdangarin.
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A partir de ese momento, Urdangarin luchó por defender su "honorabilidad e inocencia", según manifiestó en un breve comunicado difundido por la agencia Efe. Días después, quedó excluido de la vida oficial de la Familia Real, ya que sus actividades empresariales "no eran ejemplares", en palabras del entonces Jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottrono.
Don Juan Carlos aludió a la situación de Urdangarin en su mensaje de Navidad de 2011. "Afortunadamente vivimos en un Estado de Derecho, y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos", dijo.
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La situación de Urdangarin se iba complicando por momentos y el 29 de diciembre de ese mismo año, era citado a declarar por el juez Castro. El 25 de febrero de 2012, prestó declaración por primera vez. El yerno del Rey llegó a pie a los juzgados de Palma de Mallorca y no dudó en pararse a hablar con la prensa. "Comparezco hoy para demostrar mi inocencia, mi honor y mi actividad profesional. Durante estos años he ejercido mi responsabilidad y he tomado decisiones de manera correcta y con total transparencia", y concluyó: "Mi intención en el día de hoy es aclarar la verdad de los hechos".
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2013 comenzó, además de con la exclusión de Urdangarin de la web oficial de la Casa del Rey, con su nueva comparecencia ante el juez el 23 de febrero. Ese día, Urdangarin desvinculó a la Casa del Rey y a su mujer de los negocios de Nóos. Sin embargo, su declaración no evitó que el juez Castro imputara a la infanta Cristina.
El 8 de febrero de 2014, la infanta Cristina aseguró, tras casi siete horas de interrogatorio, que "confiaba mucho" en su marido. En diciembre de ese mismo año, el juez Castro tomaba una decisión histórica: sentar en el banquillo de los acusados a un miembro de la Familia Real. La infanta Cristina iba a ser juzgada ante un tribunal como presunta cooperadora de los delitos fiscales cometidos por Urdangarin. La Casa del Rey expresó su "respeto absoluto a la independencia del poder judicial" tras conocer la decisión del juez Castro. También explicó que sería decisión de la Infanta renunciar o no a sus derechos dinásticos. Eso sí, el 12 de junio de 2015, Felipe VI revocó el título de Duquesa de Palma a su hermana.
El 11 de enero de 2016, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina se enfrentaron al primer día de juicio del caso Nóos. En su declaración, Urdangarin aseguró que "en ningún momento" el rey Juan Carlos "intercedió" en sus negocios y exculpó a su mujer diciendo que "en general, no hablábamos mucho de trabajo". "Con cuatro hijos, intentábamos hablar de otras cosas", manifestó. El turno de la infanta Cristina, llegó el 3 de marzo. Se amparó en la "confianza" que tenía en su marido para justificar su participación al 50 por ciento en la sociedad Aizoon. "Sé que se le imputan esos delitos. Confío plenamente en él, confío plenamente en su inocencia", añadió.
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El 22 de junio, el juicio por el caso Nóos quedó visto para sentencia, y la presencia en España de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina se fue reduciendo poco a poco. Urdangarin ha conocido su futuro en Ginebra, ciudad en la que vive desde 2013 con su mujer y sus cuatro hijos, Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene.