La alfombra roja de la Berlinale acoge estos días a las estrellas más reconocidas del cine internacional en una muestra en la que no ha faltado la presencia española. El director Álex de la Iglesia ha presentado fuera de competición su último título, El Bar, acompañado por un elenco encabezado por Blanca Suárez y Mario Casas.
Espectacular la actriz madrileña con un vestido negro de pronunciado escote y vuelo en la falda, sencillo en sus líneas y combinado con una chaqueta, a modo de capa, dorada. Completó el conjunto con joyas de Rabat, dos anillos, uno en oro blanco con rosetones de pavé de brillantes blancos y otro, también en oro blanco, con rosetones en forma de gota con pavé de brillantes blancos. Llevaba además pendientes earcuff de oro blanco con diamantes blancos.
Blanca Suárez y Joel Bosqued, romántica escapada bajo cero
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Mario Casas, con su poblada barba por exigencias del nuevo guion en el que está trabajando se unió al grupo en el que estaban además Secun de la Rosa y Jaime Odóñez. No podía faltar por supuesto la mujer de Álex, Carolina Bang, que hace poco más de dos meses fue madre (el pasado 29 de noviembre) y que presumió de figura también con un vestido negro, con detalles de pedrería en las mangas. Completó su look con unos pendientes dobles de oro blanco con brillantes blancos de Rabat.
La presentación de la cinta coincidió con San Valentín, aunque, tal y como mostró a sus seguidores, Blanca recibió un regalo en día tan señalado: un enorme ramo de rosas rojas. En el mensaje que acompaña a la foto escribe las siguientes etiquetas: “Cuando estás trabajando y recibes sorpresas preciosas(...)”.
¿Serían de Joel Bosqued? La pareja sigue sin dejarse ver en público aunque sus redes sociales dan pistas de algunas de sus escapadas en pareja como la nieve o más recientemente Roma, donde parece que han pasado unos días. En esta ocasión no han podido pasar juntos el día más romántico del año, pero es que el trabajo manda.
La película El Bar, que se estrena el 24 de marzo, se desarrolla en El Amparo un bar del centro de Madrid a las nueve de la mañana donde se concentra un grupo variado de personas. Uno de esos clientes tiene prisa, pero al salir por la puerta recibe un disparo en la cabeza y nadie se atreve a socorrerle porque están rodeados, viéndose obligados a permanecer en el lugar. Según señaló su director, es "un descenso a los infiernos, pero que es muy divertido". En la Berlinale, en la sección Panorama se presentó otra cinta española, Pieles, de Eduardo Casanova.