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Esta mañana saltaban todas las alarmas cuando varios medios aseguraban que Kiko Rivera se encontraba ingresado en un hospital de Sevilla por un ataque de gota. Según ha podido saber HOLA.com, el DJ no está ingresado, está en su casa y se encuentra perfectamente. De hecho, se le ha visto salir hace unas horas de su domicilio con Irene Rosales y su hija Ana. "Estoy bien, gracias", ha respondido a los reporteros que se preocupaban por su estado de salud.
Un día después de la polémica entrevista de Isabel Pantoja, Kiko Rivera disfrutó de una romántica cita con Irene Rosales. "Hoy nos toca a nosotros... con mi bella mujer. Siempre juntos. Un ratito para nosotros. Te amo", publicó el DJ en su cuenta de Instagram junto a esta foto.
Después de un almuerzo en el cielo de Sevilla, el matrimonio se relajó en la piscina del hotel. Un enclave mágico en el que se volvieron a enamorar el uno del otro, a juzgar por los comentarios que escribieron en sus redes sociales. "Siempre juntitos...Te amo, amor, enamorados, marido y mujer", publicó Kiko. "Enamorada", compartió Irene.
Kiko se encuentra en un gran momento. A nivel profesional, no puede pedir más. Acaba de conseguir dos discos de oro con sus temas Dale y Así soy yo, que han superado los seis millones de descargas en Spotify, y grabar el videoclip de su nueva canción: Sano jucio. A nivel personal, no puede ser más feliz al lado de Irene Rosales, con quien se casó el pasado 7 de octubre.
Sin embargo, su felicidad no es completa al cien por cien. ¿Por qué? El DJ mantiene una batalla legal con Jessica Bueno por la custodia de su hijo Francisco. De momento, ha conseguido que el niño se quede en España, rompiendo así con los supuestos planes de la modelo de irse a vivir a Londres tras el fichaje de su marido, el futbolista Jota Peleteiro, por el club inglés Brentford.
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