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Tras la operación policial que ha terminado con la detención de los culpables del millonario golpe, se van conociendo cada vez más detalles del robo que sufrió Kim Kardashian el pasado mes de octubre en París. Tal y como ha publicado Le journal du dimanche, la banda estaba formada por unos cinco miembros (tenían además varios cómplices), todos ellos de edad madura (de entre 50 y 72 años) y que ya habían sido fichados en alguna ocasión por delitos anteriores. "El viejo Aomar", "Ojos azules", "la anguila"... son algunos de los apodos con los que se conoce a estos delincuentes que, según ha explicado uno de los investigadores a Le Figaro, “cometieron algunos errores”.
Entre ellos dejar restos de ADN, lo que permitió a la policía identificar al cerebro del robo, y perder algunas joyas por el camino después de que una de las bolsas se enganchara en el radio de una bicicleta. Una gran operación policial acabó con el arresto de 17 personas en París, la Provenza y la Costa Azul y 10 de ellos fueron imputados y están en la cárcel, incluidos los que están considerados como autores materiales del robo. Estos son delincuentes con experiencia y que tienen antecedentes por agresión, robo y tráfico de drogas. La policía ha seguido además la pista de las joyas robadas que fueron vendidas en Amberes.
Los cinco delincuentes principales son Aomar Ait, apodado "el viejo Aomar", de 60 años y que ha sido detenido por robo de coche y agresión; Pierre Bouainère, Pierrot, de 72 años, veterano de la mafia marsellesa apodado "la anguila"; Didier Dubreucq, "ojos azules", experto delincuente condenado por un tema relacionado con las drogas de 62 años; François D., "el grande", de 54 años, y Yunice Abbas, de 63 años.
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Le journal du dimanche ha mostrado además algunos fragmentos de la declaración que hizo Kim a la policía contando lo ocurrido aquella fatídica noche del 3 de octubre. “Uno de los ladrones me preguntó (en inglés) con mucho acento francés dónde estaba mi sortija y le respondí que no lo sabía. Sacó un arma y le mostré la sortija. Apuntaba el arma hacia mí y cogió la sortija. Llevaba guantes. Luego me preguntó dónde estaban las joyas y el dinero” explicó Kim a la policía.
“Me tiraron sobre la cama. Me ataron y me pusieron cables y cinta adhesiva en las manos. Luego en la boca y en las piernas. Me llevaron al baño, en concreto a la bañera” detalló. Según su descripción, los hombres “estaban enmascarados, uno de ellos llevaba un pasamontañas de esquí, con una gorra y una chaqueta en la que ponía policía”. En la nueva temporada de su reality show Keeping up with the Kardashians, Kim cuenta entre lágrimas que llegó a temer por su vida en aquellos momentos. “Pensaba que me iban a disparar por la espalda. No había forma de escapar. Me afecta mucho pensar en ello”.
El robo ocurrió en la madrugada del 3 de octubre en el alojamiento de la socialité en París, ciudad en la que asistía a la Semana de la Moda. Allí entraron los atracadores y se llevaron un botín de joyas y otros objetos valorado en unos 9 millones de euros. Entre lo sustraído estaba el precioso anillo de compromiso que le regaló Kanye West a su mujer, valorado en tres millones y medio de euros. Después de este suceso, Kim se mantuvo una temporada alejada de las redes sociales y la atención pública, centrada en los suyos y ocupándose de su marido, que estuvo unos días ingresado debido al estrés y el agotamiento.
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