Este va a ser un año importante para Donald Trump, mucho más que el que acaba de despedir. El presidente electo de Estados Unidos ha dado la bienvenida al 2017 con una lujosa fiesta en el exclusivo resort de su propiedad Mar-a-Lago en Florida, una cita tradicional para los miembros de este club y en la que se reunieron unos 800 invitados. Esta es la última fiesta de Fin de Año a la que ha asistido Trump antes de ser investido presidente, será a finales de enero, por lo que toda la atención estaba puesta en él.
Rodeado de importantes medidas de seguridad, llegó del brazo de su mujer Melania que no se separó de él en toda la noche y que brindó por el año en que se convertirá en Primera Dama. Para esta ocasión, Melania escogió un discreto vestido negro con un detalle en los tirantes a modo de pajarita, quizá a juego con la que llevaba su marido, que estuvo además acompañado por sus hijos Donald Jr. y Eric -Tiffany también estaba en el resort disfrutando de la playa, mientras que Ivanka estaba en Hawaii-. En la lista de invitados estuvo además el actor Sylvester Stallone, que fue con su mujer Jennifer Flavin, espectacular con un vestido blanco.
El menú de la exclusiva cena –los socios pagaron unos 500 dólares (477 euros) por el cubierto y los invitados no miembros unos 575 dólares (548 euros)- constaba de una ensalada con el nombre "Mr. Trump" que llevaba queso roquefort, tomate, bacon y cebolla roja; ravioli de setas y acelga roja suiza, con puré de zanahoria y una salsa con trufa; lomo de cerdo y lubina como platos fuertes y de postre, la llamada tortilla noruega –a base de helado que contiene láminas de pastel o pudin de Navidad y está cubierto de merengue- con crema inglesa.
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Algunos de los invitados, también los hijos de Donald, compartieron algunas instantáneas de esta lujosa fiesta en la que fueron recibidos por una alfombra roja al más puro estilo Hollywood. No todos los días se tiene la oportunidad de cenar con el próximo presidente de los Estados Unidos. Según se ha contado, Donald, que ha pasado las vacaciones en este resort de Florida y que aprovechó estos días para practicar su deporte favorito, el golf, junto a Tiger Woods, ha regresado ya a Nueva York donde prepara su investidura. Será el próximo 20 de enero cuando Barack Obama le pasará el testigo del gobierno de una de las naciones más poderosas del mundo, una ocasión en la que seguro no faltará su familia que le ha acompañado en esta carrera hacia la presidencia.