Ni su Sevilla del alma, ni su familia querida olvidan a doña Cayetana de Alba, que falleció el 20 de noviembre de 2014 en su residencia del Palacio de las Dueñas. Dos años después, los suyos la han recordado en una misa en su memoria, celebrada en la Iglesia de los Gitanos en Sevilla. Un funeral homenaje que reunió a Alfonso Diez, su viudo, y a los hijos de la Duquesa de Alba.
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El entrañable encuentro fue cordial con el actual Duque de Alba, Carlos Fitz James Stuart, y el primogénito de éste, Fernando, heredero del título, y especialmente cariñoso con Cayetano Martínez de Irujo, que le aprecia mucho por haber hecho feliz a su madre en los últimos años de su vida. Los cuatro, Alfonso, Carlos, Cayetano y Fernando, se sentaron en la primera fila de bancos y escucharon atentamente las palabras del sacerdote Jiménez Sánchez Dalp, que ofició la ceremonia y fue quien casó a la Duquesa y a Alfonso en su Sevilla.
Los grandes ausentes fueron sus hijos Alfonso Martínez de Irujo, Jacobo Fitz James Stuart, Fernando Martínez de Irujo y Eugenia Martínez de Irujo, que estaba muy unida a su madre como única hija de la Duquesa que era. Pese a su ausencia física, su corazón estaba con su madre a la que adoraban.
Doña Cayetana era querida por todos. Y muchos de ellos se dieron cita ayer en la misa homenaje de la Duquesa, una mujer adelantada a su tiempo, que dio a todos una clase de cómo ser feliz pasados los 80. La hermana gemela de Naty Abascal, Ana María, y el modisto andaluz Tony Benítez fueron otros de los amigos que se dejaron ver en el funeral.