Cayetana de Alba fue una mujer fuerte, que siempre hizo gala de una gran personalidad.
Nació ya destinada a ser conocida: poseedora de 46 títulos nobiliarios y veinte veces Grande de España, fue bautizada en el Palacio Real y sus padrinos fueron un rey, Alfonso XIII, y una reina, Victoria Eugenia.
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Una de sus grandes pasiones siempre fue el baile, tal y como demostró hasta sus últimos años.
Siempre fue una mujer adelantada a su tiempo, protagonizando sonados posados en traje de baño durante sus vacaciones en Marbella.
Una de sus grandes pasiones siempre fue acudir a la Feria de Abril de Sevilla, a la que siempre asistía vestida con unos vistosos trajes de gitana.
Eugenia fue su única hija y estuvo siempre muy unida a su madre. Doña Cayetana vivió con tristeza su separación matrimonial de Francisco Rivera, al que siempre quiso mucho.
De su matrimonio con su primer marido, Luis Martínez de Irujo y Artacoz, el 12 de octubre de 1947, nacieron sus seis hijos. Estuvieron juntos 25 años hasta que él falleció en el año 1972.
Sus hijos fueron siempre su más grande apoyo y compañía, fue una madre cariñosa que contó siempre con su compañía y comprensión.
Cayetana de Alba siempre guardó una gran relación con sus yernos y nueras aún cuando los matrimonios de sus hijos llegaron a su fin. Participó en un gran número de eventos, sobre todo de carácter artístico y benéfico junto a Genoveva Casanova, ex mujer de su hijo Cayetano.
Doña Cayetana se casó el 16 de marzo de 1978 en segundas nupcias con el ex sacerdote Jesús Aguirre.
Su segundo matrimonio duró 23 años: 'Mi matrimonio con Jesús fue un regalo que no esperaba. Nunca pensé que pudiera volver a ser tan feliz' confesó una vez.
Su último marido, Alfonso Díez supuso una de sus grandes fuentes de alegría durante sus últimos años.
En 2011 se casó por tercera vez con Alfonso Diez, una boda en la que demostró sus ganas de vivir y su energía. Alfonso demostró ser su compañero inseparable durante los últimos años de la vida de doña Cayetana.
De hecho, regaló a todos los invitados a su última boda un baile a las puertas de la iglesia instantes después de entonar el "sí quiero" a Alfonso Díez.
Boceto del vestido de novia de la duquesa de Alba, creación de los modistos sevillanos Victorio&Lucchino
En el año 2013, la duquesa, siempre muy aventurera, viajó junto a su tercer marido a Tailandia.
Antes de su boda, en 2010, la Duquesa de Alba y Alfonso Díez viajaron a Siria y Jordania, donde visitaron la Gran Mezquita de Damasco, estuvieron en Aleppo, la ciudad más antigua del mundo; admiraron la arquitectura paleocristiana de Maalula y recorrieron las ruinas romanas de Gerasa, cerca de Amman.
Otra de sus grandes pasiones fueron los toros.
Guardó durante toda su vida una gran relación con Familia Real.
Siempre regaló grandes momentos. Uno de ellos, cuando invitó a los Morancos, caracterizados de sus conocidos personajes ‘Omaíta’ y Antonia a tomar el té al Palacio de Dueñas.