Mariló Montero ha hecho un alto en su carrera televisiva, pero no periodística. Acaba de inaugurar su página web, un espacio online donde recoge todos y cada uno de los artículos que ha publicado en las cabeceras del Grupo Joly a las que sigue vinculada. Marilo no lo puede evitar. Es una periodista de raza y no ha dudado en reaparecer bajo el dominio .us tras su despedida de Televisión Española.
Mariló puso rumbo a Nueva York el pasado mes de septiembre, cumpliendo así su sueño de vivir en la Gran Manzana. Según declaró hace unos días su hija, la modelo Rocío Crusset, la periodista está tan bien allí y es tan feliz que no sabe cuándo volverá a España. Tampoco sabe si su madre tiene entre manos algún proyecto televisivo. A la espera de confirmación oficial, seguiremos leyendo las crónicas 'made in USA' de Mariló en su nueva web.
En uno de sus últimos artículos, la periodista ha relatado cómo vivió la noche electoral y las sensaciones que tuvo al día siguiente cuando paseaba, como una neoyorkina más, por la Gran Manzana. "La viví en casa de unos colaboradores de Hillary Clinton a los que dejé, de madrugada, desolados. En el metro, las caras de todos lucían muy tristes. Una pareja se subió con una bandera americana a la que jamás he visto tan decaída", relata.
Al día siguiente, Mariló se despertó, "como cada día, muy temprano", y Nueva York volvió a sorprenderla. "Ver que Donald Trump se había convertido en el nuevo presidente de EEUU dejó en estado de shock a casi toda la ciudad, en su mayoría demócrata. A las ocho de la mañana las calles de Manhattan seguían casi vacías", prosigue.
La periodista cuenta que fueron muchos los ciudadanos que el miércoles permanecieron en su casa. "Muchos padres no llevaron a sus hijos a la escuela. Tampoco fueron al trabajo y los que acudieron a él, aferrándose a que necesitan el dinero, lloraron ante los compañeros y con los compañeros. El disgusto dejó desnudo el metro y muchos trabajos", añade.
Gracias a sus artículos podemos esbozar cómo es el día a día de Mariló en Nueva York. La periodista sale muy temprano de casa para recorrer las calles de esta gran ciudad. Ya ha encontrado su puesto de frutas de confianza y un rincón maravilloso para perderse: una pequeña librería en Mulberry Street con el 10 de Jersey Street, en Manhattan.