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Después de que su actitud en la primera parte de OT: El reencuentro fuera de lo más comentada, David Bisbal se mostró totalmente distinto en la segunda entrega del programa. Más comunicativo y participativo, el cantante almeriense no dudó en mostrar su lado más personal, hablando de su familia y su hija, de cómo había vivido su paso por la Academia y de qué significa para él llegar hasta donde ha llegado.
Como era de esperar, uno de los momentos más emocionantes fue ese abrazo que ya sabíamos que se había producido gracias a la imagen que publicó en exclusiva la revista ¡HOLA! hace unas semanas y que causó un gran revuelo en las redes sociales, ya que son muchos los telespectadores que recuerdan con mucho cariño aquella historia de amor y estaban deseando ver la 'reconciliación' en directo de los cantantes.
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David aprovechó para hablar de una de las cosas que menos le gustó del programa: "Yo que sí que he sentido que la televisión, por el propio espectáculo, generaba esa competencia, a lo mejor con fans y todo eso, que nos ha perjudicado al tiempo. Mucha gente a lo mejor se cree que David (Bustamante) y yo, o Laura (Chenoa) y yo, estábamos mal y eso no es cierto", aseguró el cantante, que se dirigió a sus dos compañeros para darles un sentido abrazo, provocando el aplauso de todos los demás y las lágrimas de Rosa, que no pudo contener la emoción al vivir este momento tan intenso. "Me ha dado mucha alegría", dijo la artista sollozando.
Durante el programa, Chenoa también revivió su historia con Bisbal cuando le pusieron los vídeos de sus ensayos de la canción Escondidos, en los que se mostraban de lo más cómplices: "A mí me resulta muy tierno, porque es muy verdad. Yo me reía porque cuando alguien me gusta, me río mucho, y no podía decir según qué palabras porque me daba mucha vergüenza, me daba pudor. Cuando no te importa, no te importa, y cantas, pero claro decirlo era como... qué fuerte, qué fuerte. Pero aparte me provoca mucha ternura, es una linda historia. Yo entiendo muchas veces que la gente siga con el recuerdo, porque yo también, es mío, es mi vida, y yo estoy encantada de tener un recuerdo tan bonito". "Nostros pensábamos que sólo salían las clases, la actuación y chao, y claro, tú pensabas que había cosas que no se notaban pero la cámara pilla todo, las miradas, la química, la canción...", añadió la cantante, que también recordó el momento en el que lloró ante la prensa el día de su ruptura con Bisbal. "Yo con chándal no salgo más", bromeó. "Es un clásico. Aparte, podría haber elegido un color más llamativo porque el gris es muy feo", dijo entre risas.
Al igual que el resto de sus compañeros, que se mostraron al natural, espontáneos y de lo más sinceros, Bisbal no dudó en hablar de su lado más personal. "Dentro de toda la vorágine de trabajo que tenemos, que es muy fuerte, para mí mi premio es llegar a mi casa, y no sentir que estoy en una burbuja de música, sino solo mi familia y mi gente". ¿Cómo padre cómo eres? "¡Yo qué te voy a decir! Me imagino que soy un padre moderno. Me gusta mucho meterme en su mundo, juegas con ella, te metes en los cuentos...".
En esta segunda parte, también vimos a un emocionado Bustamante que recordó a aquel joven albañil de San Vicente de la Barquera que hasta entonces nunca había salido de su casa ni se había separado de su familia. Los meses que pasó en la Academia no fueron fáciles, pero cree que lo que más conectó con el público fue su historia. "Se sienten identificados conmigo. Yo era y sigo siendo un tío de la calle, de barrio. Me ven como uno más como ellos, porque así es, soy uno más". El cantante, que dijo que pasó "de la nada al todo", no pudo contener las lágrimas al hablar de su padre. "Siempre estuvo con nosotros. Soy padre y si tengo que fijarme en alguien es en él. Siempre ha estado ahí", confiesa sin poder parar de llorar e interrumpiendo la entrevista: "Dejadme un segundo, por favor". "Han sido muy amorosos y han hecho que nuestra familia sea lo que es hoy, una familia muy unida. Os quiero con locura, tengo la mejor familia del mundo".
Naím Thomas también habló de su paso por OT y, a pesar de lo que se ha publicado los últimos años, el músico quiso dejar claro que no tuvo ningún problema durante el programa, sino que su mala experiencia comenzó después, cuando sintió que las discográficas no estaban siendo del todo justas con él. Javián, por su parte, también recuerda el shock que le supuso que nada más salir de la Academia su caché como artista se incrementara tanto y es que pasó de cobrar 800 a 6.000 euros por cantar tres canciones por noche.
En esta segunda entrega también vimos a una sincera Nuria Fergó que aseguró que tuvo que ir al psicólogo para aprender a sobrellevar la fama repentina y todo lo que les sucedió en aquella época. "Yo solo tenía 22 años. Había terminado mi COU y no he estudiado carrera ni he estado en la Universidad, ni en Málaga capital, ni me había relacionado con más gente... Yo tenía mis tres amigas del pueblo. Así que a el meterme de lleno con otras 15 personas me abrió la mente y me ayudó mucho. Me encantó la experiencia de cada uno de ellos, lo que habían vivido...". "Lo vuelvo a decir y lo diré. Yo fui a un psicólogo. Y lo diré, digan mis compañeros lo que digan, todo el que entró ahí creo que estábamos para psicólogo, pero por lo de desahogarte, explicar tu experiencia, cómo te tomas la vida... Porque te agobias, eres una persona normal".
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