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¡Ha llegado el gran día! Kiko Rivera e Irene Rosales se casan este viernes 7 de octubre a las seis de la tarde en la Hacienda de los Parrales ante 325 invitados. Según ha podido saber HOLA.com, el novio está especialmente nervioso por lo que apenas ha podido dormir esta noche y muy "impaciente" por casarse con su prometida, tanto es así que tiene en mente ser uno de los primeros en llegar a la finca, de donde ayer se marchó el último cuando ya había caído la noche.
En las últimas horas, las entradas y salidas han sido constantes. Los novios se han volcado en recados, retoques, detalles y preparativos de último minuto. Kiko Rivera ha ido a retocarse la barba y ha subido una foto en la que ya se deja ver rodeado de sus íntimos amigos. Mientras, Irene Rosales ha salido del domicilio con una pequeña maleta de color rosa, pero sin el vestido. ¿Estará ya en la finca? Durante la tarde de ayer acudió a un centro de peluquería y estética y también a Los Parrales en donde en cuestión de horas se convertirá en la mujer de Kiko Rivera.
"Lo único que me preocupa es que todo esté bien y que disfrute mucho la gente", contó Irene en una de esas salidas. "Va toda la familia", recordó Irene al ser preguntada por si esperaban alguna ausencia en su ceremonia, algo que Kiko Rivera ya había adelantado en exclusiva a ¡HOLA!. "Me caso con la mujer que amo delante de mi madre y mis hermanos", aseguró el DJ que ya había dicho que estarían rodeados de toda la gente que es importante para ellos.
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Un recorrido similar hizo el novio, que ayer quiso ser el último en abandonar la finca y se marchó de allí cuando ya había caído la noche. Horas antes había estado en la prueba definitiva de su traje, que todo apunta a que será un chaqué. “Lo que está claro es que voy a ser clásico, nada moderno. Llegará una hora en la que la corbata terminará atada en la frente”, contó Kiko Rivera en exclusiva a ¡HOLA! cuando desveló alguno de los detalles de su boda. “Con chistera parezco un muñeco del Monopoly”, bromeó entonces descartando así seguir los pasos de su hermano Francisco Rivera, quien hoy mismo ha mostrado en sus redes cómo está volcado en la recuperación de su operación de rodilla.
Otra que ayer por la tarde se acercó a la finca fue Anabel Pantoja, después de estar en la última prueba de su vestido. “Yo vengo a dejar todas las cosas porque mañana no tendré cabeza, dejo aquí el vestido y lo dejo todo”, contó la prima del novio. Cuando fue preguntada por la presencia de doña Ana, madre de Isabel Pantoja, en la celebración, Anabel no lo confirmó y se limitó a afirmar: “Yo creo que vamos a estar superbién todos y es lo importante que salga todo bien, lo importante es que Kiko e Irene se lo merecen”.
Isa Pantoja, que acaba de llegar de Isla Mauricio, también estuvo ayer por la tarde recogiendo su vestido en el estudio de López de Santos, especializados en trajes de flamenca y fiesta, también situado en Espartinas, la localidad sevillana en la que Kiko e Irene tienen su casa.
“Última cena de despedida de soltera con mis niñas”, escribía Irene Rosales en su cuenta de Instagram el pasado miércoles en una imagen en la que está rodeada de su grupo de amigas y de algún amigo de Kiko. Copa en mano y en una "gastroteca" de Sevilla, empezaron a brindar ya por la felicidad de la pareja. Lo mismo que hizo el novio esta semana en compañía de algunos amigos y de su hermano Cayetano Rivera. ¡Y lo que les queda! Ya que la celebración no ha hecho más que empezar.
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