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Tic, tac, tic, tac… Kiko Rivera e Irene Rosales han iniciado la cuenta atrás para su boda. Será este 7 de octubre cuando el hijo de Isabel Pantoja y su prometida pongan el broche de oro a sus dos años de noviazgo con una ceremonia que tendrá lugar en Sevilla. Si hace unos días, los papás de Ana Rivera Rosales salían de cena romántica para dar el pistoletazo de salida a las celebraciones, ahora el DJ pone el cronómetro en marcha en compañía de su hermano Cayetano Rivera, mientras que Irene habla de “nervios”.
“Seguimos viviendo momentos @cayetanorivera. ¡Me faltaba mi @f.r.paquirri pero lo tuvimos presente! Que poquito me queda”, ha escrito Kiko Rivera en sus redes sociales en una imagen en la que está disfrutando de un encuentro entre amigos, en el que está Cayetano Rivera y en la que afirma echar de menos a Francisco.
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“El cronometro”, escribía Kiko en alusión a lo poco que le falta para pasar por el altar en unas celebraciones en las que ya ha adelantado que “está dispuesto a darlo todo” y en las que no tiene en mente subir a pinchar música. A diferencia de lo que ocurrió el verano pasado en la boda de su hermano Cayetano con Eva González, cuando se metió en su papel de DJ e hizo bailar a todos con su música.
“¿Nerviosa?”, esta es la pregunta que más ha debido de oír Irene Rosales en las últimas horas y es que lo que más se pregunta en estos cosas. “Esta todo súper bien organizado, quedan ya muy poquitos y lo único que no se puede controlar son los nervios, de resto está todo perfecto”, contó Irene Rosales esta misma mañana, en un día que al parecer ha dedicado a dar pinceladas de última hora y recoger algunos encargos.
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