Se van conociendo poco a poco los detalles de lo que ocurrió la madrugada del lunes en el alojamiento de Kim Kardashian en París, cuando cinco ladrones vestidos de policía se llevaron nueve millones de euros en joyas. La socialité estaba tranquilamente durmiendo cuando irrumpieron los atracadores y la maniataron a punta de pistola sin que tuviera posibilidad de avisar a su equipo de seguridad. Se sabe ahora que en el piso de arriba –se trataba de una especie de apartamento- estaba durmiendo una amiga que, al oir el ruido, se encerró en el baño y llamó al guardaespaldas de Kim, Pascal Duvier.
Este estaba en un club con Kendall Jenner y Kourtney Kardashian y regresó corriendo a la vivienda, aunque cuando llegó los atracadores ya se habían marchado –al parecer huyeron en bicicleta-. Tras hacer una declaración a la policía, en la que parece que aseguró que temió por su vida, Kim tomó un avión privado para abandonar la capital francesa y reunirse con su marido Kanye West en Nueva York. Se la pudo ver entrando en su casa sin el carísimo anillo de compromiso que le regaló su marido en el dedo, una de las joyas que parece le han robado y de la que presumía. Se ha informado de que, pese a que no entendió lo que decían los ladrones en francés, estos repetían "ring, ring" (anillo), así que cobra fuerza la hipótesis de que se trata de la citada sortija.
El guardaespaldas de Kim, del que tanto se ha hablado en las últimas horas, regresó con ella a Estados Unidos. Duvier respondía precisamente el mismo día del atraco a algunas preguntas de sus seguidores en las redes sociales, cuestiones acerca de lo que significa ser guardaespaldas. “No te conviertes en guardaespaldas de la noche a la mañana. Es un trabajo con dedicación, responsabilidad y pasión” escribió. Por el momento Kim no ha vuelto a hacer ninguna publicación en redes, aunque se ha informado de que está más tranquila ahora que está en casa. También su madre Kris y sus hermanas Kourtney y Kendall han abandonado la Semana de la Moda parisina tras lo ocurrido.
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El atraco ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido incluso en objeto de debate político, cuestionándose la seguridad de la Ciudad de las Luces. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha mostrado su respaldo a Kardashian y ha prometido que se hará todo lo posible para encontrar a los responsables del robo. De hecho, la policía ha creado un grupo especial para investigar el atraco. La alcaldesa se refirió al robo como “un hecho poco habitual ocurrido en un espacio privado que no pone en cuestión el trabajo de los policías ni la seguridad en los espacios públicos parisienses”. Se apunta a una banda extranjera como artífice del robo y a que quizá tenían algún tipo de información privilegiada del entorno de Kim, dado que parecían saber que había alguna brecha en su seguridad esa noche.
Entre el botín en joyas que se llevaron los ladrones, cuyo valor se ha estimado en unos nueve millones de euros, se encontraría el anillo de Lorraine Schwart que le regaló su marido y del que presumía a menudo en las redes sociales y en sus apariciones. Se trata de un gigantesco diamante sin defectos sobre una alianza de oro, que luego fue personalizado por West que incorporó el nombre de su hija al diseño. Está valorado en tres millones y medio de euros. Los ladrones se llevaron además dos teléfonos móviles con información personal de la socialité.
Como todo lo que pasa en su vida, los comentarios no dejan de aparecer. Incluso las malas lenguas especulan con una teoría de la conspiración que apunta a que este robo ha ocurrido en un momento "propicio", justo cuando los índices de audiencia del rellity que protagoniza la familia están bajando. Se debate también si la sobreexposición que hacen de sus vidas es excesiva, dando pistas a los ladrones acerca de sus movimientos y provocando, de manera involuntaria, este episodio. El debate está servido.