La hemos visto alterarse, vibrar, disfrutar e, incluso, enfadarse en el plató de Gran Hermano. Por ello, no es de extrañar que Mercedes Milá, después de 15 ediciones al frente del concurso, se despidiera del reality entre lágrimas. La presentadora pasó el testigo a Jorge Javier Vázquez en una noche en la arrancó la edición número 17 y en la que, sobre todo, hubo tiempo para la emoción.
Mercedes Milá regresó al plató que tantas alegrías profesionales y personales le ha dado, pero esta vez con un objetivo bien distinto. No era la encargada de conducir el programa, esta vez solo tenía que decir adiós. Con el público en pie y ante una gran ovación, no pudo evitar emocionarse y es que allí mismo se habían reunido muchos exconcursantes de ediciones anteriores para despedirla con este sentido homenaje.
“No me hagáis eso, no me hagáis eso, por favor...”, dijo. El público continuó coreando su nombre. “Los que estáis en casa ya sabéis hace un rato que esto es Gran Hermano porque entro en el plató y me encuentro a mis niños", dijo mirando al público. También señaló que entre aquellos a quienes llama sus “niños”, se encuentran personas que van teniendo hijos, se casan… “El paso de los 16 años ha dado tanto de sí”, afirmó.
Por supuesto, hubo tiempo para el recuerdo. Mercedes rememoró cómo fue aquella primera noche de Gran Hermano, un momento que tiene grabado perfectamente en su memoria. “Ese riesgo brutal de la primera noche”, manifestó. “La vida pasa y hay un momento dado en el que hay que saber decir me voy”, añadió. “Os dejo en las manos de alguien como Jorge Javier Vázquez”, dijo y corroboró que se tenía que ir, a pesar de los muchos comentarios que su despedida había despertado en las redes sociales, donde muchos de sus seguidores han solicitado que no se marche.
“Me tengo que ir y os voy a explicar el porqué. Llevo 16 años -mejor dicho 15 porque un año lo presentó Pepe Navarro- llevando un Fórmula 1 y he decidido cambiar y pasar a la bicicleta eléctrica”, dijo. Ahora afronta con ilusión un nuevo reto profesional, el programa Convénceme. “Una pequeña bicicleta eléctrica que va a recorrer toda España para decirle a la gente: 'No te olvides que la felicidad está en los libros'", dijo. Por ello, subrayó que era el momento de cambiar y que se sentía “tranquila y feliz” porque dejaba a sus espectadores en manos de su “querido” Jorge Javier Vázquez.
Justo en el momento en el que el presentador entró en el plató, ambos se fundieron en un cálido abrazo. "Este formato es solo tuyo y mío y desde esta noche, esta flor significa esa unión. Pero tú tienes que ser fiel a Gran Hermano, como lo fui yo toda mi vida. Fiel a Gran Hermano y fiel a los niños", dijo Mercedes. A lo que Jorge Javier respondió que juraba fidelidad y amor eterno al concurso, así tomaba el testigo el nuevo presentador del reality.
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Entre lágrimas, la presentadora, señaló que se había propuesto no llorar, pero finalmente no pudo conseguirlo, y explicó la razón. "Que te abracen concursantes que tú conoces de memoria, que sabes su vida, sus historias, que sabes su pasado. Que notas que te quieren, que tienen tu teléfono, y que muchas veces te llaman para pedirte un consejo, y que te digan: No te vayas, no te vayas", dijo totalmente emocionada. “Es tan bonito Jorge, de verdad. A mí no me ha pasado esto en la vida, nunca", añadió. Finalmente, Mercedes Milá y Jorge Javier Vázquez, pasado y presente de Gran Hermano, se fundieron en un emotivo abrazo que marca el inicio de una nueva etapa del concurso de telerrealidad.