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Sonrientes y muy felices han abandonado Rocío Carrasco y Fidel Albiac la finca Valdepalacios, en Toledo, donde hace unas horas se han dado el “sí, quiero” rodeados de amigos, familiares y compañeros de trabajo en una ceremonia cargada de momentos emotivos y en la que de alguna manera han estado muy presentes Rocío Jurado y Pedro Carrasco, los padres de una novia que todavía sigue vestida de blanco.
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A la salida de la finca, en donde han estado arropados por 230 invitados que se han convertido en testigos del broche de oro a una historia de amor que comenzó hace 16 años, a Rocío se le ha podido ver fugazmente su alianza. Una joya muy especial, igual que el resto de las que lució durante la ceremonia, entre ellas unos pendientes de María Teresa Campos. “Llevará los chatones (pendientes) de brillantes que mis hijas también se pusieron en su boda. Me hace mucha ilusión que Rocío también los lleve”, contó la propia María Teresa a ¡HOLA!.
La ceremonia estaba prevista para las 18:30 horas del 7 de septiembre. Sin embargo, debido a las altas temperaturas -se esperaban 39 grados en Toledo- los novios decidieron que diera comienzo dos horas más tarde, a las 20:00horas. A partir de ese momento se descubrió uno de los secretos mejor guardados: el vestido de la novia, un diseño de Hannibal Laguna. "Es un genio y solo podía hacer una genialidad. Pero no es un diseño transgresor... Es una genialidad elegante", declaró la hija de la recordada Rocío Jurado en ¡HOLA!, que además de este vestido lució otro más y dos tops a lo largo de estas celebraciones que comenzaron el martes con una despedida de solteros que se celebró con una cena al aire libre, mmento en el que muchos amigos se unieron ya a los novios.
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