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Sara Carbonero e Iker Casillas han cumplido su primer año residiendo en Oporto, un tiempo en el que la pareja se ha adaptado a la perfección a la ciudad portuguesa. Sin embargo, son constantes sus idas y venidas a nuestro país. La periodista y el portero han regresado a la capital para disfrutar de unos de los últimos días estivales. "Family time", ha publicado Sara en las redes sociales donde muestra una divertida jornada en la piscina en compañía de sus dos pequeños.
Sara, con sombrero y bañador, sostiene en sus brazos al benjamín de la familia, Lucas, mientras observa cómo Iker disfruta de un refrescante chapuzón con su hijo mayor, Martín. "Despidiendo el verano" y "despidiéndonos de Madrid", añade. Se trata de la primera imagen que la periodista ha compartido en la que podemos ver a la familia al completo, Iker y Sara junto a sus dos hijos.
Para el matrimonio ha sido un verano de cambios, marcado por la llegada de un nuevo miembro. El pasado 2 de junio, Sara Carbonero daba a luz a su segundo hijo, el pequeño Lucas, que nacía en Madrid. Después de un año residiendo en Oporto el matrimonio regresaba a nuestro país para el nacimiento del bebé. Sara ya había confirmado que disfrutarían de unas vacaciones tranquilas por España, en compañía de los suyos, y así ha sido.
"Este año me ha tocado redescubrir algunos lugares que tengo muy cerquita y en los que he estado muchas veces pero que, precisamente por esos motivos, no valoraba lo suficiente", contaba en su blog donde señalaba que había pasado mucho tiempo con la familia y con sus amigas de siempre. Además, afirmaba que lo mejor había sido ver a sus hijos en los mismos sitios en los que ella y su marido habían jugado durante su infancia. "Ha sido maravilloso", añadía.
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Ahora toca volver a Oporto y con ello la vuelta al cole del primogénito de la pareja, Martín, de 2 años. Hace unos días la periodista señalaba que aún faltaba para el inicio del curso, pero ya había "picado" con diversas cositas para Martín. Eso sí, como muchas madres, no negaba su temor por ese primer día de cole. "Supongo que no soy la única mamá que no duerme pensando en ese primer día de clase después de las vacaciones. Lo temo, mucho", apuntaba.
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