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La próxima boda de la aristocracia tiene protagonista: Lulu Figueroa-Domecq. Según ha podido saber HOLA.com, la pintora, it-girl y nieta de la intrépida Condesa de Romanones dará el “sí, quiero” a su novio, Adrián Saavedra, este sábado 3 de septiembre en la finca familiar de los Domecq en Jérez de la Frontera, Cádiz.
El otoño pasado esta licenciada en Historia de Arte por la Universidad Complutense de Madrid y bloguera de moda contaba en H!Fashion que se había instalado en el Algarve para centrarse en su pintura y disfrutar de una “tranquila vida en pareja” sin más distracción que la de su novio, antropólogo de formación y dedicado a la nutrición, y sus mascotas.
Ahora, a caballo entre Madrid y Portugal, la cuarta de los cinco hijos de Álvaro Figueroa, actual Conde de Romanones y Lucila Domecq se dispone a poner el broche de oro a su relación con una ceremonia que promete ser muy original en la finca jerezana en la que vivió hasta su fallecimiento su tía Sandra Domecq con sus cuatro hijas, las tres mayores fruto de su matrimonio con Bertín Osborne.
No todo el mundo puede presumir además de ser la nieta de una mujer con una vida tan interesante como la de Aline Griffith, condesa viuda de Romanones, ex espía del primer servicio de inteligencia de Estados Unidos y que ejerció de modelo en Nueva York, su ciudad natal, antes de viajar a España con motivo de su primera misión como agente secreto, y que, una vez aquí, se convirtió en musa de Elio Berhanyer, Pertegaz o Balenciaga. Precisamente es en este último en quien Lulu parece haber encontrado inspiración para su vestido, el secreto mejor guardado.
“El vestido de novia, sin duda, me lo haría en mi firma de cabecera, que justo es especialista en vestidos de novias: Navascués. Me inspiraría en los vestidos de Balenciaga de la colección pret-a-porter primavera/verano 2016″, contaba Lulu a Casilda se casa, en donde también avanzó que los zapatos se los imaginaba de charol rosa con incrustaciones.
“Yo creo que, como mi madre cuando se casó, si lo hiciera me casaría en Jerez, cogería flores del campo para el ramo”, avanzó al mismo blog especializado en bodas de Vogue el pasado junio, cuando hablaba de una hipotética boda y en donde afirmó que para “calmar los nervios previos” lo mejor es un copa de oloroso. Entre otros detalles, la futura novia reveló que le gustaría lucir una pieza muy especial de su abuela, una pulsera de cebra de David Webb, y que sus ilustraciones y pinturas también estarían presentes.
“Lo más importante y que no podría faltar serían los miembros de mi familia, mis primas (hay que recordar que entre ellas están las hijas de Bertín Osborne, las hermanas Eugenia, Alejandra y Claudia Ortiz), mis hermanas y mis perritas Mollie y Lora”. Unas ideas muy claras que faltan días para hacerse realidad en Jerez de la Frontera -lugar que históricamente ha concentrado en sus fincas y cortijos algunas de las bodas más elegantes-, todo ello adaptado al gusto de esta it-girl.“Es cierto que se me puede considerar atípica”, afirmaba recientemente en H!Fashion.
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