Por fin llega la esperada final de Wimbledon. Sólo han llegado los mejores, el británico Andy Murray y el canadiense Milos Raonic, que se enfrentaron en la pista con las gradas abarrotadas de numerosos rostros conocidos que no quisieron perderse el partido. Los Duques de Cambridge, los actores Benedict Cumberbatch y Hugh Grant, que acudieron acompañados de sus respectivas parejas, Sophie Hunter y Anna Elisabet Eberstein; la it girl Poppy Delevingne y su marido, James Cook; la modelo Lara Stone; el primer ministro británico David Cameron; el actor Luke Evans; la cantante Pixie Lott y su pareja, Oliver Cheshire; la actriz Sienna Miller; o la popular presentadora Ellen DeGeneres y su pareja, Portia de Rossi, fueron algunos de los que vivieron con mucha emoción el encuentro.
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Sin embargo, fueron ellos, Bradley Cooper e Irina Shayk, los que consiguieron acaparar todas las miradas. Parece que la pareja no quiere jugar más al despiste y ya no tiene problemas en mostrar su amor públicamente. De hecho, hace una semana el actor ocupó un sitio preferente en el front row de los desfiles de París para ver desfilar a su chica y durante estos días les hemos visto acudir a varios partidos del torneo de tenis londinense deshaciéndose en mimos, gestos de cariño, miradas, abrazos...
Pero por casualidades del destino, la gran final de Wimbledon nos dejó una anécdota que no pasó desapercibida y es que Bradley e Irina vivieron un momento de lo más incómodo al coincidir con la ex del actor, Suki Waterhouse. La modelo, que terminó su relación con el protagonista de Resacón en Las Vegas en marzo de 2015 tras dos años juntos, no quiso perderse el partido pero no se sentaron en la misma parte de las grades, algo que sin duda sería un alivio para todos.
Fue en mayo de 2015 cuando la revista ¡HOLA! publicó en exclusiva mundial las imágenes que confirmaban su romance. Una relación que fue toda una sorpresa y que les convirtió en la nueva pareja de moda. Desde entonces, no se han dejado ver en muchas ocasiones pero el paso del tiempo ha confirmado que lo suyo marcha a las mil maravillas y que están de lo más enamorados. "Creo que el propósito de la mujer en el mundo es, definitivamente, ser madre, así que claro que me encantaría". Esta fue la respuesta de Irina cuando le preguntaron durante su reciente visita a Madrid si estaban pensando en ser padres. La modelo rusa también quiso salir al paso de los rumores de boda que han cobrado fuerza últimamente. "No leo rumores, leo libros y no hablo de mi vida privada", sentenció Shayk, que aseguró que no es nada celosa: "Creo que tienes que tener confianza y no hay motivo por el que tuviera que estar celosa. Además, hay que ser positiva y estar concetrada en pensamientos positivos".
Suki, por su parte, parece que no ha vuelto a encontrar el amor. El verano pasado salieron a la luz unas imágenes en las que la modelo aparecía compartiendo risas, besos y confidencias con el actor mexicano Diego Luna, sin embargo, parece que no fue a más ya que no han vuelto a ser fotografiados juntos. De hecho, durante estas últimas semanas se ha relacionado a Waterhouse con el actor británico Dominic Cooper. Estuvieron juntos en un concierto de la cantante Carole King en Hyde Park, en Londres, y algunos testigos aseguraron al diario The Sun que entre ellos había mucha química.
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El 'buen presagio de los Duques de Cambridge'
No faltaron tampoco los Duques de Cambridge. No se pierden un partido cuando la agenda oficial lo permite y palpitan siempre en el palco, pero para Andy Murray su presencia en la final de Wimbledon era el "amuleto de buena suerte" que le impulsaría a la victoria, como bromeó durante su posterior encuentro con la pareja real. Si además hacía caso al refrán –todo niño viene cargado con un pan (o una copa) debajo del brazo-, la llegada al mundo de la pequeña Sophia Olivia el pasado mes de febrero y las tres últimas noches de plácido sueño solo podían significar una cosa: su triunfo frente al canadiense Milos Raonic en tres sets 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (2) y tres horas de juego.
Los Duques le felicitaron lo primero por su segundo título All England Club y el tercer Grand Slam de su carrera y después intercambiaron opiniones con Murray sobre la paternidad, y la diferencia que marca una noche de sueño para un padre. El príncipe Guillermo bromeó: "No sé cómo se las arregló sin dormir... ¿Cómo está tu niña? ¿Se está adaptando bien?". Murray respondió con una sonrisa: "Sí, ella está genial, sí. Ha sido muy buena durmiendo todas las últimas tres noches". A lo que el príncipe Guillermo contestó que debía haber sido "un buen augurio". Sin embargo, cuando Murray se interesó cortésmente acerca de los niños reales, la Duquesa le interrumpió para decirle: "No, hoy es su día... Ha jugado tan bien, bien hecho".