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Lola Orellana González, la hija de Rosario Flores, ha sido fotografiada mientras disfrutaba de la compañìa de un joven con el que se mostró muy cómplice. La bella joven, de 19 años, ha reaparecido con la mejor de las sonrisas y muy bien acompañada durante un caluroso día de verano en la capital. La pareja se encontró con Elena Furiase, prima de Lola Orellana, y juntos acudieron de compras a una conocida tienda deportiva. Finalizada la jornada, el joven acompañó a la hija de Rosario hasta su domicilio en ‘El Lerele’.
Lola Orellana quiere seguir sus pasos en el mundo de la interpretación. Un camino que han seguido sus primas, Alba Flores, que triunfó con Vis a Vis, y Elena Furiase, que ha participado en películas y series como El internado. Elena Furiase, precisamente la primera hija de Lolita y Guillermo Furiase, fue la primera del clan en no seguir con el apellido de su abuela. Se estrenó en televisión con El Internado, aunque también ha hecho cine y teatro.
Por lo que respecta a Guillermo Furiase, primo de Lola y hermano de Elena ha escogido la música y ya se ha estrenado acompañando a su madre en algún concierto. Después llegó Alba, la única hija de Antonio Flores y Ana Villa. También ha debutado en el cine y teatro aunque su gran éxito le llegó con su papel de Jamila en El tiempo entre costuras. Aunque descarta seguir los pasos de su padre, ya ha grabado una versión de No puedo enamorarme de ti para la película Al final del camino.
Y ahora le ha llegado el turno a la única que lleva el nombre de su mítica abuela. Lola Orellana González llegó al mundo el 2 de octubre de 1996, un año después de la desaparición de su abuela, Lola Flores, y su tío Antonio, ayudando a su madre a superar la enorme pena en la que se sumió todo el clan. Rosario conoció al argentino Carlos Orellana pocos meses después de la muerte de su madre, La Faraona, cuando el dolor por la pérdida era enorme y ella prefirió alejarse de todo y marcharse de gira para olvidar. Él fue su gran apoyo, el pilar al que se agarró la cantante para superar la tristeza y de esa relación nació la pequeña Lola.
Aunque Carlos y Rosario lo intentaron, el amor no fue suficiente y la pareja se separó un año después aunque Carlos decidió quedarse en España para poder disfrutar el mayor tiempo posible de su hija. Tras intentar ganarse la vida como actor o modelo finalmente se dejó llevar por su gran pasión, la biodanza y montó un estudio en Vitoria junto a su mujer, con la que ha tenido otros dos hijos. Ahora que tiene 19 años y, aunque su madre ha protegido al máximo su imagen manteniéndola al margen de la popularidad, lo cierto es que los genes artísticos corren por sus venas y ya le ha comunicado a su madre que ella también quiere probar suerte como actriz al igual que sus primas. Eso sí, quiere ir con cuidado, quiere prepararse antes de dar el gran salto y cuenta con el total apoyo de sus padres para lograrlo.
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