Su padre es el conocido cantante y compositor británico Rod Stewart y su madre, Rachel Hunter, supermodelo neozelandesa de los años 90 que protagonizó el número especial de bañadores de la revista Sports Illustrated en el año 1994, sin embargo, Renne Stewart tiene muy claro cuál es su sueño, y ya te adelantamos que su sitio está muy lejos de los micrófonos y las pasarelas.
A sus 24 años, esta joven de ojos rasgados y sonrisa dulce está luchando por hacerse un hueco como bailarina profesional y, desde luego, aptitudes no le faltan. Sus padres se separaron cuando sólo tenía siete años (contrajeron matrimonio en el año 1990 y rompieron nueve años después, aunque no estuvieron oficialemente divorciados hasta 2006) y desde el principio tuvo muy claro que quería forjarse su propio destino independientemente de la popularidad de sus padres.
De hecho, se marchó de Los Ángeles para poner rumbo a la London Contemporary Dance School, donde ya está cursando tercero. "Estoy orgullosa de donde vengo. Crecí en una familia muy artística, pero por supuesto que quiero construir mi propia identidad. Creo que es importante para cualquier ser humano", confesó Renee hace unos meses en una entrevista con HELLO! Fashion Monthly, la edición inglesa de nuestra revista ¡HOLA! Fashion, de la que fue portada.
Esta semana, la joven bailarina ha estado en Madrid para acudir a la Clicquot Summer Fest, el primer Festival de Música del Champagne Veuve Clicquot, y confesó haberse quedado encantada con nuestro país ya que era la primera vez que venía. "Las playas, la comida, el jamón... Todo es maravilloso", confesó durante el evento.
La hija de Rod Stewart también ha probado suerte como modelo y durante este tiempo ha hecho varios proyectos. Entre otros, compartiendo con su madre un anuncio de Pantene en Australia, protagonizando algunas portadas de revista como Tatler o siendo imagen de la marca de lencería Bendon. Sin embargo, parece que aunque se muestra muy natural y no hay duda de que la cámara la quiere, no es el camino que quiere tomar.
De hecho, en su perfil de Instagram (donde tiene 6.100 seguidores) es habitual que comparta imágenes y vídeos de sus bailes y coreografías, pero también fotos de estudio y sesiones en las que presume de belleza y frescura. Gracias a sus publicaciones también sabemos que, además de una amante de la danza y tener un delicado gusto estético, también le apasiona la naturaleza y los animales, y le encanta viajar.