“Paso a paso, poco a poco, piedra a piedra, ladrillo a ladrillo”. Esta frase –publicada en sus redes sociales- es la forma en la que David Delfín explica el momento que está atravesando. El diseñador malagueño fue operado el pasado 5 de abril de tres tumores cerebrales que le detectaron el pasado enero y ahora está siendo sometido a un tratamiento de quimioterapia y radioterapia.
“Es grave, soy consciente. Y sé que es una lucha real, son tumores de grado 3 que lo que quieren es seguir adelante... pero tenemos que pararlos”, cuenta David Delfín en la revista Vogue en donde ha querido mostrar las cicatrices que le ha dejado la operación –un sinfín de grapas en su cráneo- fotografiadas por su compañero Pablo Sáez. Como se cuenta en la citada publicación para David –que lleva un tatuaje en su brazo con el título de una obra de Joseph Beuys: Muestra tu herida- el compartir esta cicatriz es una forma de aceptar la situación en la que se encuentra –tiene algunos problemas con el habla, la memoria y ha perdido fuerza en un brazo y una pierna- un difícil trance del que está dispuesto a reponerse “paso a paso”.
Además de con su propio espíritu de superación, David cuenta con otra baza a su favor y es que está rodeado de personas que le quieren. “Está estupendo, afortunadamente después de un susto muy grande, ha salido todo muy bien. Ha sido un susto muy grande, pero esos sustos son pasajeros”, ha contado Mario Vaquerizo recientemente en unas declaraciones en las que ha alabado la forma que ha tenido su amigo de luchar con una “adversidad momentánea”.
Su musa y amiga, Bimba Bosé, ya advirtió el pasado mes de mayo que David Delfín “está a tope y necesita descansar”, mientras que el estilista Pelayo Díaz, con el que el diseñador compartió su vida durante un tiempo, ha dicho que “es una persona muy fuerte, es muy divino”.