Novak Djokovic ha entrado en el club de los elegidos. El tenista serbio es el nuevo campeón de Roland Garros tras derrotar al británico Andy Murray y el octavo tenista que gana los cuatro Grand Slam -junto a Perry, Budge, Laver, Emerson, Agassi, Federer y Nadal-. Después de haberse quedado cuatro veces en cinco años a un solo trofeo de lograrlo, Djokovic, por fin es el nuevo héroe. Una hazaña de esta grandeza merecía una gran celebración. Subido en su coche junto a su mujer, Jelena, y su familia, el tenista serbio puso el toque de humor a la noche y cantó de A mi manera de los Gipsy Kings y se atrevió también con Volare. Dos canciones populares para un día muy especial con las que quiso agradecer a sus fans todos su apoyo.
Tras la victoria, el tenista se ha marchado a a descansar a Marbella con su familia. Allí se preparará para Wimbledon. Su mujer, Jelena Djokovic ha compartido una foto de su marido y su hijo en su cuenta de Instagram. Novak y su hijo Stefan, de año y medio, disfrutan de un placentero baño a la orilla del mar. El campeón ha podido relajarse junto a su familia antes de comenzar los entrenamientos para su próxima cita en Londres, que se disputará del 27 de junio al 10 de julio.
El único gran campeonato que le falta por ganar al número 1 del mundo es el oro olímpico, algo que podría conseguir en Río de Janeiro el próximo mes de agosto. A lo máximo que ha llegado en una Olimpiadas es a ganar el bronce en el torneo individual de Pekín 2008. En el caso de que el serbio se subiera a lo más alto del podio olímpico y ganara también esta temporada los dos grandes que quedan por jugar, conseguiría el llamado Golden Slam. Solo una tenista lo ha logrado, Steffi Graff en 1988.