En ¡HOLA!, el divorcio de Rafael del Pino podría poner en juego en torno a 400 millones de euros
EL patrimonio de la familia Del Pino, considerada la segunda fortuna de España, ronda los 8.600 millones de euros, según Forbes
El divorcio de Rafael del Pino y Astrid-Gil Casares ha agitado el mundo de las finanzas y podría convertirse en uno de los más caros de la historia de España. Tal y como se puede leer en la revista ¡HOLA! de esta semana, ya a la venta en su quiosco habitual, podría estar en juego una cifra en torno a los 400 millones de euros para Astrid, por la década que ha estado unida al empresario, presidente de Ferrovial. Y es que el patrimonio de la familia Del Pino, considerada la segunda fortuna de nuestro país, ronda los 8.600 millones de euros, según Forbes (que solo contabiliza los patrimonios empresariales; los personales como joyas, casas o coches no son tenidos en cuenta).
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En el número de esta semana podrá encontrar todos los detalles sobre esta separación multimillonaria, que pone fin a un enlace que se celebró en junio de 2006 y fue todo un acontecimiento social. Aunque al parecer la pareja se casó en régimen de separación de bienes ahora están en juego muchas e importantes propiedades y la decisión de Astrid de poder pedir una pensión compensatoria por los años que ha estado junto a Rafael –además de la manutención de sus hijas, menores de edad- que cifran los expertos que podría ascender a 400 millones de euros.
Astrid Gil-Casares desmiente con un comunicado que haya abandonado el domicilio familiar
¿Cómo se reparte una gran fortuna en caso de divorcio?
En un comunicado enviado por los abogados de Astrid estos días, ante las informaciones erróneas que se publicaron en varios medios, quedó claro que se ha interpuesto una demanda (es decir, que es un divorcio contencioso), ya que dirigen la atención a partir de ahora a las decisiones que tomen los “tribunales competentes para dilucidar sus desavenencias matrimoniales”.
Rafael del Pino es el presidente de Ferrovial, segunda fortuna de España por detrás de Amancio Ortega, mientras que Astrid-Gil Casares, bisnieta de los marqueses de Santa Cruz de Rivadulla trabajó como economista en las grandes financieras del mundo (en el Nat West, en la City londinense, en la banca Rothschield o en JP Morgan) y habla siete idiomas. Dejó su vida de ejecutiva para dedicarse a su familia (el matrimonio tuvo tres hijas). Para Rafael del Pino este fue su segundo matrimonio, ya que su primera mujer, Cristina Fernández Fontecha y Torres, falleció en el año 1998 dejando al empresario con tres hijos varones, Rafael, Hernando y Juan, entonces adolescentes.