La gran boda de Alejandro Santo Domingo y Lady Charlotte Wellesley en Íllora
La pareja se ha casado rodeada de ilustres invitados en el municipio granadino de Íllora. El rey Juan Carlos, Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, la Duquesa de Cornualles... han estado allí en su gran día
Si la boda de su sobrina Tatiana con Andrea Casiraghi fue un maravilloso cuento de invierno, la de Alejandro Santo Domingo con Lady Charlotte Wellesley se ha convertido en un auténtico sueño... con acento andaluz. La localidad de Íllora, en Granada, se ha vestido de gala este sábado para recibir a los novios del año y a sus ilustres invitados en la boda que ha unido al magnate colombiano-estadounidense con la hija de los Duques de Wellington. Una fecha marcada para siempre en el calendario, tanto para los novios como para todos los que les han acompañado haciendo de éste un día inolvidable.
Él, empresario y filántropo de origen colombiano criado en Nueva York. Ella, descendiente del primer Duque de Wellington, una de las figuras más aclamadas del Reino Unido por su papel durante las Guerras Napoleónicas. Y, sin embargo, para pronunciar el "sí, quiero" han escogido un punto intermedio entre Colombia y Gran Bretaña. Un pequeño pueblo granadino que la novia conoce desde que era pequeña y que suma apenas diez mil habitantes. Muchos de ellos han salido de sus casas para acudir a la llamada del acontecimiento social del año. Paraguas en mano, sin dejarse disuadir por el viento y la lluvia, han esperado pacientemente desde primera hora para, de alguna manera, formar parte de esta boda irrepetible
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Con puntualidad británica y (y colombiana, por parte del novio) los primeros asistentes comenzaban a llegar antes de las seis de la tarde. La lista de invitados ha sido un misterio hasta el último momento, aunque la elegante estirpe de los dos discretos pero bien relacionados contrayentes pronosticaba que nos encontraríamos ante un desfile de personalidades de la realeza, aristócratas y grandes fortunas.
Ya en la fiesta previa celebrada el viernes por la noche tuvimos un pequeño adelanto. El rey Juan Carlos no se lo perdió, y en la boda ha vuelto a estar presente. Los novios también han estado acompañados, entre otros, por Tatiana Santo Domingo, sobrina de Alejandro, que ha acudido junto a su marido, Andrea Casiraghi. También en pareja han llegado la modelo Eva Herzigova y su marido Gregorio Marsiaj. No han faltado buenos amigos como la Duquesa de Cornualles, y es que ella y su marido, el príncipe Carlos, mantienen una excelente relación con los Duques de Wellington.
Entre los muchos familiares que les han arropado en su gran día no podían faltar los padres de la novia, el actual Duque de Wellington, Charles Wellesley, y la princesa Antonia de Prusia (bisnieta del Káiser Guillermo II) y la madre del novio, Beatrice Dávila de Santo Domingo, que llegaba a la iglesia junto a su hijo -el padre de Alejandro, Julio Mario Santo Domingo, fundador del imperio de la familia, falleció en 2011-. En cuanto a Sofia Wellesley, prima de la novia, bien podría haberle dado a Charlotte algunos consejos sobre cómo afrontar una boda de interés mediático, pues hace un par de años era ella quien le daba el "sí, quiero" al cantante James Blunt. Ambos, por supuesto, estuvieron presentes.
La iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación ha sido el lugar escogido para pronunciar el "sí, quiero". Este templo del siglo XVI enamoró a Lady Charlotte, y allí es donde, pasadas las 18:00 horas de la tarde, la novia llegaba cogida del brazo de su padre, el Duque de Wellington, para caminar hacia el altar entre sus seres queridos y con una ambientación musical que, según publican los medios locales, ha estado en manos de la Orquesta Ciudad de Granada y los estudiantes del Conservatorio Reina Sofía de Madrid.
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Para el día de su boda, Lady Charlotte Wellesley ha escogido un estilismo nupcial bastante abrigado que, teniendo en cuenta las inclemencias del clima que han azotado Íllora este sábado, ha resultado de lo más apropiado. Un vestido blanco con espectacular y pesada caída, de corte sencillo y limpio, con manga larga y los hombros al descubierto, diseñado por Emilia Wickstead, buena amiga de la novia e invitada a la boda. Bajo su velo, melena recogida y unos llamativos pendientes. El toque atrevido lo ponían los zapatos, de color verde. El novio, por su parte, lucía un traje gris oscuro con camisa blanca y brillante corbata de color gris claro.
Una vez convertidos en marido y mujer, la fiesta continúa en la finca La Torre, propiedad del Duque de Wellington. No podían haber escogido lugar más impresionante ni con mayor encanto para la celebración: una extensión de 960 hectáreas blindada que comprende un coto de caza, olivares, campos de cereales y un palacete del siglo XIX. Un sitio de ensueño que algunos de los invitados ya conocían antes de la boda, pues el príncipe Carlos y Camilla habían estado previamente en alguna ocasión como invitados de los Duques de Wellington en su refugio andaluz.
Gracias a sus publicaciones en las redes sociales, algunos de los invitados nos han permitido asomarnos a la boda y descubrir unos pocos detalles de su celebración, como el aspecto del comedor en el que ofrecieron el convite, con larguísimas mesas cubiertas con mantelería blanca, adornos florales colgando del techo y velas iluminando la estancia, creando un ambiente único. Una de las instantáneas muestra el momento en el que la novia, radiante del brazo de su padre, camina por el pasillo de la iglesia. En otra de las imágenes se puede ver que, al parecer, en la fiesta la novia cambió su vestido por otro más ligero.
Con su matrimonio, una familia británica de enorme peso para la historia de Europa ha quedado unida a una de las mayores fortunas del mundo. El nombre de Alejandro Santo Domingo figura constantemente en las listas de los más ricos del globo, liderando el Grupo Santo Domingo, un conglomerado empresarial en el que se encuentran, entre muchas otras, la mayor cervecería de Colombia -una de las más grandes de América- y Caracol Televisión. Estudió en la Universidad de Harvard y combina su potente actividad empresarial con una destacada faceta filantrópica y solidaria (además de ser el director de la Fundación Mario Santo Domingo es miembro de las juntas directivas de varias ONGs y acude constantemente a eventos benéficos). Por su parte, Charlotte estudió en la Universidad de Oxford y ha trabajado con el fotógrafo Mario Testino. Su familia ha ocupado, un selecto lugar en la sociedad del Reino Unido.
Para festejar su compromosio, la pareja ofreció en marzo unas lujosas celebraciones que tuvieron lugar en Cartagena. Un exclusivo círculo acompañó a Charlotte y Alejandro en aquel evento de tres días de duración, un aperitivo de lo que han vivido este 28 de mayo con la guinda del pastel, la auténtica celebración del amor con la boda de ensueño en la que Lady Charlotte Wellesley y Alejandro Santo Domingo han sellado su romance.
¡Enhorabuena!