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Ya ha pasado un mes desde el estreno de Supervivientes y, a medida que pasan la semanas, el concurso se va haciendo cada vez más cuesta arriba para los participantes. Las incomodidades de la isla, el hambre y las duras pruebas que deben superar son sin duda obstáculos para los concursantes, pero lo que muchos llevan aún peor es la distancia con los suyos. Aunque, de vez en cuando, reciben alguna sorpresa que les llena de fuerzas para seguir adelante en el concurso, como Mila Ximénez, que la semana pasada recibió la mejor visita posible: la de su hija Alba.
La colaboradora cumplía el pasado sábado 64 años y, aunque no pudo soplar las velas en casa como le hubiera gustado, recibió un gran regalo. Con motivo de su aniversario Alba, la hija que Mila tuvo con Manolo Santana, viajó hasta Honduras para darle una sorpresa. Allí protagonizaron un emotivo reencuentro y ambas se mostraron felices y encantadas por poder verse. Eso sí, después de un mes en la isla Alba ha notado un enorme cambio físico en ella, tal y como revelaba este lunes en conversación telefónica con el programa Sálvame.
La hija de Mila Ximénez ha asegurado que el "chocante" cambio de su madre es mucho mayor cara a cara que a través de una pantalla. "Verla en televisión y luego verla en persona impresiona”, explicaba Alba. "Impresiona porque tiene la mirada de una niña pequeña", añadió, destacando detalles físicos que le llamaron la atención como las picaduras de insecto, el bronceado de su piel y el cabello. Eso sí, está casi tan encantada por la visita como la propia Mila: "Para lo que es mamá, estaba fuera de sí, tan emocionada de verme y tan contenta”, afirmó.
Aunque lo que más le preocuopa a Alba no es el cambio físico, sino cómo se encuentra Mila anímicamente: "Hay cosas que no me han gustado del principio, no podía verla así, lo he pasado mal", admitió. Y, aunque le hubiera encantado transmitirle los mensajes de cariño de todos los que la esperan fuera, no pudo hacerlo ya que "te repiten que no puedes dar información del exterior”. “Lo único que pude decirle es que ya pasó el momento de adaptación, que creo que ha sido muy duro para ella y para los que estamos en casa, pero que ahora tiene que empezar a darlo todo", añadió muy convencida de la fuerza de su madre.
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Entre los que apoyan cada día a Mila en su paso por Supervivientes, sus compañeros del programa Sálvame, la propia Alba y el hijo de ésta, Alexander, el nieto de Mila. El pequeño, a quien asegura que le pone todos los días vídeos del concurso, es uno de los motivos que tiene Mila para seguir luchando en la isla, tal y como afirma Alba. Y, aunque tiene muchas ganas de verla otra vez, confía en que se salve de la nominación de esta semana: "Me daría mucha perna que ahora, en este momento, no podamos verla disfrutando de la experiencia".
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