Saltó al escenario con una actitud arrolladora, repleta de fuerza, y el ritmo del tema Say Yay! contagió a los espectadores del estadio Globe Arena de Estocolmo. A pesar de que las apuestas eran favorables, la representante española Barei terminó el certamen en el puesto 22 de esta 61ª edición del Festival de Eurovisión.
Tras su actuación, la cantante compartió sus primeras impresiones con la prensa. En declaraciones a RTVE agradecía la oportunidad de poder participar en este certamen: "Al final un número se queda registrado para siempre y duele, pero la esperanza da mucho más de sí en una carrera de largo recorrido. Prefiero ir despacio y lejos que caerme por ir rápido", aseguró.
La madrileña hizo gala de una enorme actitud deportiva asegurando lo siguiente: "Esto es un juego, yo he dado lo mejor de mí y las chicas también. Gano mucho más de lo que pierdo", añadió. Además, reconoció que había “soñado” con lograr una buena posición para España.
Barei ha disfrutado de su participación en el concurso y ha admitido que no se esperaba una acogida tan grande."Han llegado a decirme que soy una enviada de Dios y eso me ha gustado mucho. Tengo que quedarme con ello", añadía. La artista eligió un look deportivo, fiel a su estilo urbano, compuesto por una camiseta de baloncesto con lentejuelas y ofreció una actuación llena de ritmo que despertó una gran ovación por parte del público.
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Esta edición del certamen ha contado con un nuevo sistema de votación que tenía como objetivo mantener el suspense hasta el último minuto. Los puntos del "televoto" -que con el del jurado constituye a partes iguales la calificación final- no se ha desvelado hasta el final, lo cual ha cambiado totalmente el resultado. Cuando parecía que Australia tenía asegurado el puesto ganador, Ucrania con su representante Jamala y su tema 1944, ha conseguido arrebatarle el primer puesto con 534 puntos, dejando a la representante australiana a las puertas de la victoria.