Después de tener un fin de semana de lo más intenso en el que además de celebrar el Día de la Madre también fue la invitada estrella en la boda de la mano derecha de su marido, Dabiz Muñoz, el cocinero cordobés Manuel Villalba, con su novia Bella Hurtado, Cristina Pedroche visitó El Hormiguero para vivir una noche de lo más divertida. Además de hablar de cómo ha sido el rodaje (a veces complicado) de esta segunda edición Pekín Express, la bloguera de HOLA.com revolucionó el plató convirtiéndose en el centro de todas las miradas. ¿El motivo? Que desveló su secreto mejor guardado...
Presumiendo de figura con unos ajustados pantalones vaqueros y un top negro lencero, la colaboradora de Zapeando no puedo evitar dejar al descubierto su nuevo tatuaje. Pablo Motos se dio cuenta durante un momento de la entrevista y no dudó en pedirle que lo enseñara: "Es mi marido", dijo ella orgullosa además de confesar que su madre tamboén lo acababa de descubrir. "El amor verdadero solo existe una vez en la vida, yo le entrego mi alma, mi corazón, mi todo y mi piel también…", añadió demostrando lo enamorada que está de Dabiz.
- Cristina Pedroche en estado puro: sus polémicas, sus sueños de infancia, la maternidad...
"Todo lo que me pasa es un poco por él, de hecho en Pekín Exprés el que me ha dado fuerzas para aguantar momentos así que tenía hambre, sueño… El noventa por ciento del tiempo que estás estás muy bien, pero luego tienes momentos que estás sola, y él es el que me ha ayudado. Gracias a Dios me dejaron un móvil indio, y ahí hemos podido estar en contacto. Te voy a contar una cosa, el programa duraba 35 días, yo volvía a España el 26 de febrero. Yo a él le dije que volvía el 26, pero en realidad volví el 25", dijo Cristina, que aprovechó para contar cómo fue el reencuentro sorpresa con el popular cocinero al volver a Madrid.
"Fue un poco difícil, le dije que el 25 teníamos que grabar unas entradillas y que iba a estar sin móvil. Cuando aterricé en España le dije que habíamos terminado y que me iba al hotel a ducharme y a hacer la maleta, ¡pero ya estaba en Madrid! Viví unos nervios de Barajas hasta Diverxo… porque él estaba en mitad de un servicio y yo estaba compinchada con Pablo. Entré y me metió en la oficina y digo, dile a David que venga… y cuando me vio fue como '¿Eh?'. Me empotró contra la pared y hubo besos y abrazos y lágrimas", dijo 'emocionada.
Durante la entrevista, Motos aprovechó para preguntar a nuestra bloguera por todo el revuelo que causan siempre sus publicaciones en las redes sociales y si se había planteado en algún momento abandonarlas. "No, pero hay veces como que te da rabia… Hay cosas que ya no cuento en Twitter porque sé que me van a dar caña, están ansiosas por criticar sin más, y entonces a veces pienso joer es que también hay gente que sí que me quiere… tengo como una bipolaridad twittera extrema. Cuanto más gente te conoce, a más gente no le gustas", afirmó.