Kiko Rivera y su prometida, Irene Rosales, se han llevado un buen susto. La semana pasada la pareja sufrió un robo en su domicilio sevillano. Los ladrones entraron en la casa de Espartinas y se llevaron algunas de sus pertenencias, logrando escapar antes de ser descubiertos.
En las primeras declaraciones que ha hecho tras el suceso, Kiko se ha mostrado muy disgustado. Sobre la autoría del robo, el hijo de Isabel Pantoja ha descartado completamente que haya tenido que ver alguien de su círculo de amigos, tal y como se había insinuado. "Por Dios, qué malos pensamientos", responde ante la sola mención de que alguien de su entorno pudiera estar implicado. Eso sí, según explica los ladrones no tardarían en ser detenidos, pues asegura que "la policía ya casi los tiene cogidos".
No aclara qué fue lo que se llevaron de la casa, aunque de acuerdo con El programa de Ana Rosa el valor de lo sustraído asciende a unos 12.000€, con dos relojes, dos televisores de plasma y dos ordenadores llenos de documentación entre los objetos robados. Además, les habrían quitado algo de gran valor sentimental para ellos, el anillo de pedida que Kiko le entregó recientemente a Irene. Según el mismo programa, el DJ ya sabe quién está detrás del robo, aunque no se trate de un amigo, y la pareja está buscando una casa nueva para mudarse.
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Tras el susto, Kiko ha seguido este fin de semana cumpliendo su agenda con normalidad. El sábado viajaba hasta Zaragoza para participar en las Fiestas de Primavera de Interpeñas, donde estuvo actuando, dejando en manos de la policía la investigación del robo de su casa.