Lágrimas, besos, abrazos... Jennifer López ha vivido esta semana una de sus noches más intensas. La emoción estaba asegurada y es que la final de American Idol prometía un programa lleno de momentos especiales. Así fue. El concursante Trent Harmon se alzó con el triunfo en una batalla muy ajustada y se convirtió en el gran protagonista de esta velada tan especial que nos dejó otras muchas anécdotas. Además de presentar su nuevo single, Ain't your mama, la cantante ocupó su asiento de jurado preparada para disfrutar del espectáculo, sin embargo, lo que no sabía es que ella iba a ser el centro de todas las miradas.
La ocasión lo merecía y, como suele ser habitual en ella, Jennifer eligió un espectacular vestido para la gran final. La cantante brilló como una estrella con este diseño asimétrico con una impresionante cola firmado por el libanés Elie Madi para Yas Couture. López completó su look con unas sandalias de tiras también doradas y un semirecogido de aire messy.
Además de reír, llorar, y hacerse selfies con su móvil para compartir en su perfil personal de las redes sociales con todos sus seguidores, la intérprete de On the floor aprovechó que era su último día en el concurso para llevarse a sus dos hijos, Max y Emme, con los que se deshizo en mimos y gestos de cariño. Además, también les acompañó su novio, el bailarín Casper Smart, que acaba de celebrar su 29º cumpleaños.
Por si todo eso fuera poco, muchos medios norteamericanos se han hecho eco de algo que sucedió en esta noche llena de emociones para ella. La cantante coincidió ni más ni menos que con su ex marido, Cris Judd, que se subió al escenario como parte del cuerpo de baile que acompañó al concursante Larry Platt en su interprectación del tema Pants on the Ground.
El bailarín y coreógrafo, de 46 años, estaba feliz de poder formar parte del show, al menos así lo confesó en su perfil de Instagram, donde compartió varias fotografías durante la noche en las que aparecía con otros compañeros y amigos. ¿Se reencontrarían en el backstage?
Jennifer y Cris se enamoraron en el rodaje del videoclip Love Don't Cost a Thing y tras un breve romance se dieron el 'sí, quiero' en septiembre de 2001. Sin embargo, parece que el amor se les acabó rápido y su relación no funcionó, por lo que se separaron en junio de 2002. Los rumores fueron muchos y surgieron rumores de todo tipo acerca de los motivos que les llevaron a protagonizar este matrimonio exprés, sin embargo, los que más fuerza cobraron fueron los que apuntaban a que para él no había sido fácil compartir su vida con una estrella de la talla de Jennifer López y no llevaba bien ser siempre en el centro de todas las miradas. "Simplemente no funcionó", dijo el bailarín en una ocasión.
Ahora, Judd está felizmente casado con Kelly A. Wolfe, con la que contrajo matrimonio en Laguna Beach, California en noviembre de 2009. Juntos tienen una niña, Vivienne Lee Judd, que el próximo mes de septiembre cumplirá tres añitos.