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Se cumple una semana desde que Mar Flores y Javier Merino anunciaran su separación. Un tiempo en el que la empresaria y modelo se ha refugiado en su familia y ha contado con el apoyo de su hermana, se fue unos días a descansar a su casa. También se ha volcado en el trabajo, en su blog cuenta cómo en las últimas semanas ha tenido “la suerte de realizar diferentes sesiones de fotos maravillosas” que la han llevado a Barcelona.
Mar ha utilizado las redes sociales para manifestarse públicamente. Hace unos días se pronunció a través de su perfil de Instagram, un medio que vuelve a elegir para publicar una significativo poema del escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti. “Que llegue quien tenga que llegar, que se vaya quien se tenga que ir, que duela lo que tenga que doler… que pase lo que tenga que pasar”, ha compartido durante una “madrugada de lectura”.
Un mensaje que se suma a otro muy revelador que colgó hace unos días: "Nunca confundas silencio con ignorancia, calma con aceptación o amabilidad con debilidad". Su expareja declaró a la revista ¡HOLA! que la decisión de la separación había sido “de mutuo acuerdo” y añadió que la última decisión la había tomado él. "La separación es un hecho y ya está firmada", dijo.
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Mar Flores y Javier Merino han puesto punto y final a su relación después de 18 años juntos y cuatro hijos en común. Fruto de este matrimonio, son padres de cuatro hijos: Mauro, de 12 años, Beltrán, de 10, y los mellizos Bruno y Darío, de cinco. "Tenemos la custodia compartida y en la casa, que es de los niños, vivirá Mar. Yo entraré y saldré perfectamente bien. En teoría los niños no tendrían que notar nada. Hay respeto", subrayó el empresario. La modelo es madre también de Carlo, a quien tuvo con el aristócrata italiano Carlo Constanzia.
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