Pronto vendrá al mundo el heredero de los herederos. Aunque todavía se desconoce si será niño o niña, lo que está claro es que esta nueva generación de Hilton y Rothschild será el heredero por excelencia de su generación, no vano representa la unión de dos grandes fortunas, la del imperio hotelero con uno de los linajes de banqueros más antiguos de Europa. Mientras llega el día de su nacimiento, la futura mamá, Nicky, agota una dulce y activa espera al más puro estilo Hilton.
“Roma, París, Londres, Hong Kong, Los Ángeles”, así anunciaba la socialité el viaje que está realizando, al que puso rumbo después de haber estado junto a su hermano Barron en The Frick Collection. Una gala en el museo de arte de Manhattan a la que acudió luciendo su barriguita con un vestido verde de Carolina Herrera.
Nicky Hilton es una premamá con estilo
Nicky Hilton espera su primer hijo: el heredero por excelencia
Nicky Hilton da el 'sí, quiero' con un espectacular vestido de Valentino
Como no podía ser de otro modo, este viaje le está llevando a la nieta de W. Barron Hilton por algunas de las “millas de oro” de las capitales europeas. De este modo, Nicky está alternando antojos, como un plato de espaguetis boloñesa, con visitas a tiendas de lujo, como la mítica camisería Charvet de Paris. Eso sin olvidar alguna visita cultural, ya que durante su estancia en la capital italiana se dejó ver en el Panteón y en la Fontana de Trevi, la que considero “muy cool” en comparación con su réplica de Las Vegas.
Pero sin lugar a duda la visita más original fue la primera que realizó a su llegada a Hong Kong –viaje que está realizando también en compañía de su hermano Barron, quien parece estar siendo su fiel escudero en las últimas semanas-, cuando acudió al Meow Meao Day Café, una de esas cafeterías que se encuentran repletas de gatos a los que puedes acariciar mientras comes o tomas un café.
“La señorita gato en su hábitat natural”, publicaba Barron en su cuenta de Instagram y es que ambos se muestran como grandes amantes de los animales, de hecho antes de esta “gira” acudieron –también juntos- a una cena de gala en Nueva York en la que Nicky ejerció de anfitriona para recaudar fondos y promover la adopción de animales.
Tras anunciar su compromiso en agosto de 2014, Nicky y James Rothschild se dieron el 'sí, quiero' el pasado 10 de julio en The Orangery, ubicado ni más ni menos que en el Palacio de Kensington, donde tienen su residencia en Londres los Duques de Cambridge. Una boda de ensueño para la unión de dos poderas dinastías, que entre los más de doscientos invitados estaban los príncipes Pablo y Marie-Chantal de Grecia, Chelsea Clinton, Amanda Hearst y el cantante Lionel Richie.