El próximo 4 de abril se celebra en el Teatro Real un concierto a beneficio de esta iniciativa

¿Y si nos vamos con la música... a todas partes? Hablamos con el director del concierto que no te puedes perder

El proyecto 'A Kiss for All the World' ha llevado la Novena Sinfonía de Beethoven a un hospital, una cárcel o incluso un aeropuerto. Nos lo cuenta el director musical Íñigo Pirfano

Por María Carraté

Un proyecto que pretende sacar la música de las salas de conciertos, para meterla en una maleta... y llevarla a todos los rincones del mundo. Es lo que pretende A Kiss for All the World, una iniciativa que nace para acercar el mensaje imperecedero de la música, y en concreto de la Novena Sinfonía de Beethoven, a los más desfavorecidos del planeta. Parece que lo están consiguiendo: un hospital, una cárcel o incluso un aeropuerto se han convertido ya en el escenario de estos músicos que participan de forma desinteresada en el proyecto.

El próximo 4 de abril, no obstante, interpretarán su música ante un patio de butacas. Nada menos que en el Teatro Real de Madrid, donde se celebrará un concierto solidario a beneficio de A Kiss for All the World. Cuatro de las mayores voces del panorama musical actual, entre ellos Ainhoa Arteta, colaborarán de forma desinteresada en este concierto al que se unirán un centenar de músicos de la Orquesta Académica de Madrid, dirigidos por el maestro Íñigo Pirfano. Hablamos con él para conocer todos los detalles.

-Nos vamos de concierto el próximo 4 de abril, ¿qué podemos esperar de esta actuación?

Es maravilloso cómo se han vinculado a él algunas de las figuras más importantes de la lírica española como son Ainhoa Arteta, María José Montiel, Aquiles Machado y Felipe Bou. Para nosotros es la ocasión de mostrar al gran público la labor que hacemos desde hace tiempo. Es muy importante por todo lo que supone, la recaudación de fondos para seguir desarrollando nuestra actividad con los colectivos vulnerables y la repercusión para dar a conocer esta labor que entendemos que es tan importante y tan urgente, acercar la belleza y la música a personas que no tienen muchas veces ni lo necesario para subsistir.

-Entre los intérpretes, el Coro de Jóvenes de Madrid. ¿Cree que esta música puede llegar a todas las edades?

Indudablemente. Y no solo el Coro de Jóvenes, la orquesta académica de Madrid está formada por instrumentistas muy jóvenes, en la media de 24 o 25 años de edad. Es de las cosas que más impresionan, su entrega, la madurez que tienen intérpretes tan jóvenes con una obra como la Novena de Beethoven que parece que exige canas. Esa labor es fundamental, conseguir que los públicos menos acostumbrados le vayan perdiendo el miedo a esta música tan maravillosa. En cuanto se abren, descubren cómo es.

-¿Cómo surge la idea de A Kiss for all the World?

Pensando en la labor que hacen tantas ONGs y organizaciones, tan importante, en las cuales yo mismo he participado muchos veranos de mi vida, se juntaron estas dos pasiones: las personas y la música. Así se me ocurrió esta gran locura tan especial y original.

-Una “locura” que arrancó el verano pasado en el Hospital 12 de Octubre con un concierto fuera de lo común…

Ese concierto iba destinado al público al que queremos acercarnos, en este caso enfermos, personas que sufren. Algunos intérpretes me decían que pensaban que se les iba a quebrar la voz y no podrían terminar la interpretación de la emoción. Estábamos ante personas algunas en situación terminal, después de la interpretación lloraban y nos decían: “No son conscientes de lo que nos han llevado”.

-Una experiencia que repetirán con un concierto en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo el próximo 3 de abril

Creo que va a ser aún más intensa, son pacientes cuya estancia en el hospital es mucho más larga. Son casos detrás de los cuales hay historias tremendas. Así que estamos super ilusionados, pensamos que va a ser un acontecimiento muy, muy intenso.

-¿Cómo cree que puede ayudar la música a estas personas?

Tenemos el convencimiento del poder que tiene la música para transformar. Como decía Mahler, ofrece respuestas. A un enfermo o a una persona necesitada la ayuda a descubrir el sentido, el porqué de las cosas. Hace poco estuvimos tocando en la cárcel de Bogotá y los reclusos nos decían que les habíamos dado libertad. Durante una hora no se sentían dentro de esos cuatro muros, ya no había diferencia entre presos, guardias y músicos. Eso lo conseguía la música.

-Muchas de esas personas no habrían escuchado música clásica en su vida…

Nunca, pero nosotros interpretamos con la misma entrega o pasión que lo que lo hacemos habitualmente en la sala de conciertos. Además el repertorio elegido era de música muy intensa, de esa que te toca de verdad, para nosotros fue una sorpresa ver a 400 reclusos en la cárcel colombiana sin perder ojo a la interpretación, y abrazándose después a nosotros.

-El hospital, la cárcel… ¿Cuál es el sitio más insólito al que habéis llevado vuestra música?

En Bogotá el último concierto tuvo lugar en el aeropuerto. Un sitio totalmente inusual para un concierto así, 250 músicos tocando la Novena de Beethoven en la terminal. Tocábamos para 150 niños que habían llevado de fundaciones de niños huérfanos, víctimas del conflicto armado… y fue precioso. Después les montaron en aviones y se los llevaron a conocer el mar por primera vez. Fue la primera vez que escuchaban una interpretación en vivo de música sinfónica, la primera vez que volaban y la primera vez que veían el mar.

-¿A qué otros lugares le gustaría llegar?

Es difícil quedarse con uno. Me encantaría tocar en el Bronx o en una cárcel de Nueva York, el proyecto va dedicado a colectivos vulnerables, que los hay en todas partes. Otro sitio que me haría mucha ilusión sería una leprosería en México. Yo trabajé en veranos en ONGs y unos amigos que estuvieron en leproserías mexicanas me contaban que era espeluznante. Sería devolverles un poco la dignidad a personas que viven en unas condiciones... acercarles esta maravillosa música, que quizá conseguiría que la sociedad se replantee las cosas.

-Habiendo probado la música en sala y esta nueva forma de concierto ¿con qué se queda?

Cada cosa tiene su punto de interés. El concierto en el Teatro Real me hace mucha ilusión, es la sala más emblemática de España junto con el Liceo y tenemos la suerte de contar con un cuarteto vocal excepcional. Tiene un gran significad, pero los otros conciertos te aportan lo que no te aporta una sala importante, te aporta la cercanía con la gente que no se lo puede permitir, y eso tiene un valor enorme.

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