En vídeo, las imágenes exclusivas del bautizo de Ana Rivera
Fue un día lleno de momentos emotivos que, sin duda, quedarán en el recuerdo. El bautizo de Ana, hija de Kiko Rivera e Irene Rosales, fue además la ocasión elegida por el DJ para declarar su amor a su chica, en una inesperada petición de mano que puso el broche de oro a un día inolvidable. Sólo ¡HOLA! pudo ser testigo en exclusiva de su felicidad y en HOLA.com podrás ver las imágenes exclusivas en vídeo. ¡Dale al play!
Una ceremonia con muchas anécdotas
La celebración del servicio religioso nos dejó momentos llenos de emoción en los que las risas se mezclaron con las lágrimas. Irene estuvo en todo momento muy pendiente de su pequeña, que se portó muy bien y no dejaba de reírse con las carantoñas que le hacían sus padres... pero, sin duda, la anécdota del bautizo la protagonizó el cura, que se equivocó al llamar a la niña Irene, en lugar de Ana.
¡Que empiece la fiesta!
Kiko, Irene y todos sus invitados pusieron rumbo a la Hacienda Santa María, donde disfrutaron de un cóctel de 19 platos con dos cortadores de jamón, rincones gastronómicos y bufé de postres. El hijo de Isabel Pantoja llegaba con su pequeña en brazos, acunándola y mostrándonos su lado más entrañable mientras seguía recibiendo felicitaciones. Durante la fiesta, todos querían hacerse una foto con la gran protagonista del día, como Anabel Pantoja, que no dejó de hacerle carantoñas y se deshizo en mimos con ella. Nuestras cámaras captaron también el momento en el que Isa Pantoja y su novio, Alejandro Albalá, se dieron un romántico beso cuando pensaban que nadie les estaba mirando.
¡Menuda sorpresa!
Sabían que iba a ser un día muy especial, pero lo que Irene no podía imaginarse es la sorpresa que Kiko tenía guardada. El DJ congregó a todos sus invitados en uno de los salones para declarar su amor a Irene de una manera inesperada. Mientras se proyectaba un vídeo con imágenes de su historia de amor, con la romántica canción de Bruno Mars, Marry you, sonando de fondo, Irene no podía contener las lágrimas. Y entonces se proyectó la pregunta: "¿Quiere usted casarse conmigo?"