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El 12 de marzo de 2016 es una fecha que Kiko Rivera e Irene Rosales jamás podrán olvidar. Y es que no sólo fue el día en el que celebraron el bautizo de su hija Ana, sino que además fue el día en el que se comprometieron ante la presencia de sus seres más queridos. Emociones a flor de piel, risas, lágrimas, besos, abrazos... La pedida de mano fue de lo más emotiva y dejó sin palabras a Irene, que aceptó la propuesta de Kiko sin poder creer lo que estaba sucediendo y pronunciando el 'sí' mientras se dejaba llevar por la emoción del momento.
Ahora, después de haber vivido un fin de semana tan especial, la pareja ha retomado la normalidad de su día a día. Así, mientras vimos al DJ paseando por los alrededores de su casa en Sevilla, Irene aprovechó para hacer algunas compras acompañada de su pequeña. Ha sido entonces cuando hemos podido ver las primeras imágenes de la feliz novia presumiendo de su anillo de compromiso, una joya muy especial que lleva en su dedo corazón.
"Irene no sabía nada. Ella siempre bromeaba conmigo con que no le había pedido la mano 'oficialmente', así que pensé que no había mejor momento para hacerlo que delante de toda la gente que queremos", confiesa Kiko Rivera esta semana en las páginas de ¡HOLA!. "Mi madre y yo lloramos de emoción... Está muy ilusionada con la boda porque ella será la madrina", añade.
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