Treinta y dos millones de euros le costó el divorcio de su tercera esposa y ocho años después de su separación Phil Collins ha vuelto con ella y tiene planes de boda. La estrella del rock británico y su exmujer Orianne Cevey volverán a pronunciar el 'sí, quiero. "Nuestra separación fue una decisión equivocada", asegura la que fuera su mujer y madre de los dos hijos menores del músico en una entrevista al periódico suizo Blick. "Nos encontramos tan cerca que en realidad no importa si estamos casados o no, pero hemos decidido hacerlo por segunda vez", añade.
Durante el tiempo que ha durado su divorcio Orianne volvió a casarse - con Charles Mejjati-, y tuvo un hijo. Sin embargo y tal y como ella asegura, el tiempo le demostró que Collins era el hombre a quien verdaderamente amaba.
El cantante, de 65, y Orianne, de 43, retomó su relación y desde hace seis meses viven juntos en Miami, con sus hijos Nicholas, de 14 años y Matthew, de 10. Ahora la pareja planea una ceremonia en la que esta vez estarán presentes sus hijos. A diferencia de su primera boda en Lausana, que duró tres días y acudieron más de 300 invitados, su intención es celebrar una ceremonia íntima. "Me imagino que la próxima celebración será más familiar y más pequeña. En nuestra primera boda tuvimos que invitar a muchas personas para no decepcionar a nadie", aclara.
El artista y su tercera esposa pusieron fin a su matrimonio en 2008, tras doce años juntos. Su divorcio fue uno de los más caros del Reino Unido, por delante del de Paul McCartney y Heather Mills. El artista, que había estado casado en dos ocasiones más y tenía tres hijos de matrimonios anteriores, ya estaba acostumbrado a desembolsar grandes cantidades de dinero para divorciarse de sus esposas. En 1994 tuvo que pagar 22 millones de euros a su segunda esposa, Jill Tavelman.
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