'GH VIP': De las lágrimas de Kiko Matamoros y su hija Laura al ingreso de urgencia de un concursante

El colaborador y su hija protagonizaron una emotiva despedida llena de lágrimas, besos y palabras de cariño. 'Siento que haya sido así de mal padre', dijo Kiko a su hija antes de marcharse de la casa de Guadalix de la Sierra

Por hola.com

Tras el emotivo reencuentro de Kiko Matamoros y su hija Laura en la casa de Gran Hermano VIP ha llegado el momento de la despedida. El colaborador de Sálvame abandonó la casa de Guadalix de la Sierra entre lágrimas. Kiko se derrumbó y las últimas palabras que intercambiaron fueron de lo más cariñosas. “Te quiero”, dijo Kiko a Laura mientras se fundían en un largo abrazo. “Y yo”, respondió ella. “Soy tu padre, ¿vale? Siento que haya sido así de mal padre y ánimo, que vas a ganar”, declaró. "Que no le demos el gusto a nadie de que nos separen. A mí dame lo que quieras pero a mi gente respétala, no me lo pongas imposible. Hazme ese favor", le pidió Kiko a su hija.

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¿Cómo se ha sentido Laura conviviendo con su padre? "Fue duro, al final no deja de ser mi padre, pero aquí no quiero profundizar o hablar de cosas. Fuera ya se aclararán un poquito más, me quedo bien", confesó. ¿Y Kiko? ¿Cuáles fueron sus primeras palabras tras despedirse de su hija? "Llevo emocionado bastante tiempo. He llegado tocado y sigo tocado. Ha pasado lo que quería que pasara", aseguró ya en plató y con la lágrima a punto de caer. "Por lo menos he podido ayudarla dentro de mis posibilidades y que sepa que por encima de todo un padre es un padre", insistió. Además, reconoció sus errores: "Sé que me he equivocado en muchas cosas y soy el primero en pedir perdón".

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Pero la casa de Gran Hermano VIP no descansa. Tras la emotiva despedida de Kiko y su hija Laura, hemos sido testigos de otros grandes momentos, como el regreso de Belén Esteban a Guadalix de la Sierra. Un regreso breve, pero muy intenso, que desencadenó que uno de los concursantes tuviera que ser atendido de urgencia en un hospital. Rappel tuvo una subida de tensión a raíz de una conversación que mantuvo con Belén sobre cómo se encontraba su familia. La colaboradora de Sálvame le dijo que estaba todo bien, pero hizo una mueca con su cara que puso al vidente muy nervioso. “Estoy en un estado de nervios que creo que me voy a tener que tomar otra pastilla de las que yo me tomo para la tensión… tengo unos calores que debo tener un subidón de tensión… es como si me fueran a explotar los ojos”, dijo Rappel en el confesionario. “Si yo pudiera saber que fuera está todo bien yo me quedo tranquilo… Si no yo no voy a poder seguir, me ha hecho polvo esa mueca de Belén”, añadió.

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Aunque Belén intentó tranquilar a Rappel en el confesionario, no sirvió de nada. El vidente tuvo que ser atendido por los médicos, con el consiguiente sentido de culpa de la colaboradora. Finalmente, Rappel volvió a la casa y Belén, ya en plató, pidió perdón a la hija del vidente porque su intención no era asustar a su padre.